Deriva de una conciencia banal
Finalista del International Dylan Thomas Prize 2016 por la mejor ficción en inglés –poesía, novelas, cuentos o drama– de un autor de 39 años o menos (el premio lleva el nombre del poeta galés que murió a la edad de 39 años en 1953), rápidamente traducido a varios idiomas y considerado el mejor libro del año por varios medios ( Elle, New York Magazine, The San Francisco Chronicle, The Huffington Post, Buzzfeed, Electric Literatu
re, Publisher’s Weekly, etc.), Estanque es el primer libro de relatos de Claire-Louise Bennett, publicado en Irlanda en 2015.
Se desarrolla como el discurso en primera persona de un personaje femenino sin nombre, una conciencia que atraviesa extraños y ambiguos estados de ánimo según diversas situaciones, pero todas (o la mayoría) más o menos insignificantes o triviales. Del mismo modo, las reflexiones y descripciones de la protagonista –quien se presenta como una profesional académica– poseen un carácter errático, a veces por completo vacuo y dado a perderse en los detalles nimios de la vida cotidiana, en este caso de un pueblo rural.
Desde el punto de vista de la historia narrada, lo que muchos lectores esperan o exigen, no sucede nada digno de mención. Pero, lo que es más grave, como monólogo interior o “flujo de conciencia” tampoco. Por tratarse de un libro tan promocionado y elogiado,
Estanque decepciona en toda la línea, incluso como la deriva de una conciencia banal que se agota en una superficie traslúcida, en extravagancias psicológicas, en una fenomenología autorreferencial de la insignificancia. El efecto de sumergirse en una mente privada de sombra, de angustia, de dilema, es casi total. En cualquier caso, se destaca la traducción de Laura Wittner, que hace resplandecer todo lo posible este soliloquio anodino.