Un mundo de terminales de pago virtuales y billeteras en el móvil
La cantidad de efectivo que circula en la economía sueca llega a un 2% del circulante total y sólo un 20% de las transacciones en el país nórdico son llevadas a cabo usando efectivo. Ese nivel de independencia del efectivo, que lo vuelve el país en el mundo con el menor uso de billetes, es uno de los objetivos finales de la gestión de Federico Sturzennegger para su presidencia del BCRA, para el cual se vienen tomando medidas concretas.
Algunas las enumeró esta semana durante un almuerzo en el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, como la propagación de aplicaciones como Todo Pago y VALE, que convierten al celular en una “billetera electrónica”, una práctica que en el país de Ingves ya es costumbre hace tiempo.
Además, con la gestión del vicepresidente del Banco, Lu- cas Llach, impulsa el reemplazo del CBU por un alias bancario, que permitiría que “transferencias de dinero entre la gente puedan ser totalmente electrónicas, rápidas y en cualquier lugar”.
El desarrollo que más llama la atención es el del Mpos, un mecanismo a través del cual, usando el celular y una llave electrónica, permitiría la bancarización de transacciones para negocios sin tener que depender de un equipo Lapos o Posnet.
Estos desarrollos, según Sturzennegger, vienen a atacar el problema por el lado de oferta y los próximos pasos estarían apuntados a desincentivar la demanda, ejemplificado en la negociación actual del BCRA con el sector bancario para que “difieran por el momento el cobro en efectivo, mientras nos tomamos un tiempo para poder migrar nuestros pagos al mundo digital”.