Francisco redujo el castigo impuesto a curas pederastas
El Pontífice aplica su concepto de misericordia “incluso a los culpables de crímenes atroces”, explicó el portavoz del Vaticano.
El papa Francisco ha reducido discretamente las sanciones a un puñado de curas pederastas, aplicando su visión de una Iglesia misericordiosa a autores de uno de los delitos más graves en el clero, algo que cuestionan las víctimas y los propios asesores pontificios.
Un caso en particular, sin embargo, debió ser reabierto: un sacerdote italiano que se había beneficiado con la clemencia del Papa fue condenado por una corte penal italiana por delitos sexuales contra niños de 12 años.
Mauro Inzoli enfrenta un segundo juicio eclesiástico desde que aparecieron nuevas pruebas en su contra. Pasar por alto. El caso Inzoli no es el único en el cual Francisco pasó por alto la recomendación de la Congregación para la Doctrina de la Fe y redujo una sentencia que apartaba a curas del sacerdocio, dijeron dos abogados canónicos y un funcionario de la Iglesia a la AP. En lugar de ello, fueron condenados a una vida de penitencia y oración y a la prohi- bición de ejercer públicamente su ministerio.
Para la fuente, al destacar la misericordia, el papa Francisco crea un ambiente favorable para tales iniciativas. Por el contrario, pocas peticiones de clemencia fueron recibidas favorablemente por Benedicto XVI, quien lanzó una dura represión durante su pontifi- cado y apartó del sacerdocio a unos 800 curas que violaron y agredieron sexualmente a niños. Misericordia. El vocero vaticano, Greg Burke, dijo que el concepto de la misericordia de Francisco se aplica “incluso a los culpables de crímenes atroces”. Los abusadores son suspendidos del ejercicio público de los oficios, pero no necesariamente regresados al estado laico, explicó.
“El Santo Padre comprende que para muchos sobrevivientes y víctimas es difícil encontrar una señal de misericordia”, dijo Burke. “Pero él sabe que el mensaje de misericordia del Evangelio es en última instancia una poderosa fuente de sanación y de gracia”.
Francisco ha proclamado reiteradamente que hay “tolerancia cero” para los sacerdotes abusivos y en diciembre escribió en un mensaje a los obispos del mundo que deben tomar “todas las medidas necesarias” para proteger a los menores.
Sin embargo, recientemente opinó que los abusadores padecen una “enfermedad”, término que usan los abogados defensores para mitigar las sentencias canónicas.
La irlandesa Marie Collins, sobreviviente de abusos y miembro de la comisión asesora de Francisco sobre abusos sexuales, expresó su consternación ante la reducción de las sanciones y dijo que los abusadores “no están tan enfermos como para no tener conciencia de sus actos”.