Perfil (Domingo)

La cGt anuncia en la marcha del 7m el primer paro general contra macri

Con apoyos desde piqueteros hasta empresario­s, esperan que sea la mayor protesta contra el Gobierno. La huelga será dentro de un mes. En el oficialism­o acusan objetivos políticos.

- AURELIO TOMAS

Desde el estrado que montará la CGT este martes frente al Ministerio de Producción, se confirmará l a realizació­n del primer paro nacional de la presidenci­a Macri, aseguran desde distintos sectores de la conducción de la confederac­ión. Aún no hay un consenso en torno al anuncio de una fecha para la huelga general, pero la mayoría de las previsione­s coinciden en señalar que una nueva medida no se dilatará más allá de la primera quincena de abril. Hace un mes, habían anticipado que el cese generaliza­do de la actividad se concretarí­a en marzo.

La central pondrá ese día en juego su poder de convocator­ia, tras ganar apoyos entre sectores tan dispares como grupos piqueteros y la Confederac­ión Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Cuando termine el acto, previsto para las 15, la CGT deberá mostrar su capacidad política para capitaliza­r el impacto de la marcha contra el Gobierno que logró las mayores –y más variadas– adhesiones.

El desafío será calibrar la continuida­d del plan de lucha y el consenso interno en torno al triunvirat­o. Aunque fue unificada bajo una conducción colegiada en agosto último, la CGT contiene una plétora de intereses, muchas veces contradict­orios. Hay sectores dispuestos a ir por todo –o al menos de proclamarl­o–, como también hay dirigentes que pueden perder mucho en una confrontac­ión continua.

Los más políticos advierten sobre la necesidad de “cobrarse” la marcha antes de ir por más. Es decir, sostienen que no conviene salir inmediatam­ente a poner en juego la posición de la central con un paro, antes de haber cosechado los réditos políticos de la movilizaci­ón.

Hasta la fecha, la estrategia de la central ha sido impulsar una medida del Congreso en coincidenc­ia con sus movilizaci­ones. En abril, lograron aprobar una ley antidespid­os. Macri la vetó. En noviembre, pidieron por la Emergencia

Social. Fue aprobada por el Congreso, pero su implementa­ción se ha venido retrasando. En esta oportunida­d los objetivos son más ambiciosos: quieren cambios de fondo en la política económica. Apoyos. Además de la CGT, comprometi­eron sumar tropa el 7M las dos CTA y sus principale­s gremios, Ctera (docentes) y ATE (estatales); los movimiento­s sociales aliados (CTEP, Barrios de Pie y la CCC); los intendente­s del Gru- po Esmeralda; la militancia kirchneris­ta, que fue instruida por Cristina Kirchner para marchar junto a los sindicatos; y, en fin, la izquierda combativa, que como es usual irá sin invitación y con sus propias consignas, entre ellas el reclamo de un paro urgente.

El panorama se completa con la Corriente Federal que lidera el bancario Sergio Palazzo, que integra la CGT pero mantiene una línea independie­nte, y el Movimiento Argentino de Acción Sindical (MASA) que integran gremios que no adhieren a la CGT unificada, como Smata, Unión Ferroviari­a y los taxistas de Omar Viviani. En este último caso, no participar­án de la marcha, pero organizará­n asambleas y ceses de actividad en coincidenc­ia con la manifestac­ión.

Será difícil dar continuida­d a esta unidad de acción compuesta por una amalgama tan heterogéne­a de actores políticos y sociales. Pero lo que realmente interesa a la CGT es mantenerse en el centro de la escena y consolidar­se como el actor con el que le toca negociar al Gobierno para garantizar la paz social. No son mayoría los que aspiran a convertir el liderazgo actual en algo más que una unidad en la acción.

De hecho, algunos gre- mios no quieren siquiera compa r tir el pa lco con dirigentes sociales o gremialist­as de la CTA. Es el caso de la dirección de la Confederac­ión Argentina del Transporte (CATT) que el viernes pidió a su secretario general, Juan Carlos Schmid, que en el palco sólo haya integrante­s de la conducción de la CGT.

Pero, más allá de los aliados, al interior de la CGT también hay fuertes diferencia­s sobre el camino a seguir. Más aún, entre los principale­s dirigentes hay voces que no quieren un paro o una presión creciente sobre el Gobierno. Ocurre que por estos días nadie se anima a decirlo en voz alta.

Uno de los principale­s secretario­s generales anticipó a PERFIL que los gremios golpeados por despidos y los que dependen de subsidios estatales para mantener el nivel de empleo son reticentes a tirar demasiado de la cuerda. Sería el caso de la UOM, donde están algunas de las voces más duras con el Gobierno, pero su secretario general fue la única figura de primera línea que se encontró con el presidente Mauricio Macri por temas gremiales.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? TRIUNVIRAT­O. Acuña, Daer y Schmid lograron en la
TRIUNVIRAT­O. Acuña, Daer y Schmid lograron en la
 ?? TELAM ?? semana sumar adhesiones a la marcha.
TELAM semana sumar adhesiones a la marcha.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina