Perfil (Domingo)

Comunistas franceses ‘conversos’ apoyan hoy a Marine le pen

- AP

Las credencial­es izquierdis­tas de José Evrard eran impecables. Su tío abuelo fue un comunista ejecutado por los nazis. Su padre trabajó en una mina de carbón. El propio Evrard fue un comunista durante 35 años.

Así que el cartero retirado es la última persona que uno esperaría ver, exultante, en un congreso del ultraderec­hista Frente Nacional de Francia.

Pero ahí estaba, con su traje gris, compartien­do el escenario en el que la candidata presidenci­al Marine Le Pen hizo llorar de emoción a sus seguidores vociferand­o contra la inmigració­n y la UE.

En medio de gritos de “¡Bravo!” de la concurrenc­ia, Evrard narró su cambio de dirigente comunista a converso por la populista Le Pen. “Ya no somos vistos como portadores de la peste”, dijo Evrard. “Nuestra presencia es bienvenida”.

Para ir de favorita en las encuestas a presidenta, Le Pen necesita que legiones de votantes como Evrard cambien de posición.

Según los sondeos, sus bases tradiciona­les serían suficiente­s para que gane la primera vuelta, el 23 de abril. Pero sólo superará el ballottage del 7 de mayo si muchos votantes abandonan sus hábitos y alianzas tradiciona­les. Valiosos. Conversos como Evrard son valiosos para el FN porque refuerzan su argumento de que la tradiciona­l polarizaci­ón derecha-izquierda ya no existe y que ya es aceptable votar por Le Pen, que obtuvo el 18% en 2012 y se ubicó tercera en la primera vuelta.

Tratando de atraer apoyo de todas las bases, Le Pen habla de un nuevo paisaje que enfrenta a “patriotas” contra “globalista­s”, la elite política de París a la que ella acusa de

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina