Un catálogo de rarezas y exquisiteces
Cuando me dijeron que New Directions estaba interesada en publicar Una historia sencilla me emocioné. Siento una distancia con las traducciones, siempre me pregunto qué será lo que importa, qué lectores se interesarían por este tipo de libros, pero tengo absoluta confianza en ser publicada en inglés y en una editorial como ésta, con un catálogo infernalmente bueno, con héroes literarios como Clarice Lispector, Anne Carson, Muriel Spark, o clásicos como Rimbaud. Es una editorial exquisita. Veo los nombres que publican de América Latina y me tiemblan las patas, desde un exquisito peruano como Martín Adán, siguiendo por los argentinos Bioy Casares, Borges, Pizarnik. La relación con los editores empezó por mail. Desde un primer momento noté que eran editores muy curiosos, cultos, y muy lectores. Chris Wait me había comentado que le gustaba Héctor Libertella y que estaba interesado en leer a Pablo Katchadjian. Son editores que se preocupan mucho, con una personalidad muy definida, en un catálogo donde conviven exquisiteces y rarezas. Tal vez, Una historia sencilla es una rara avis, porque casi no publican no ficción. El libro tenía otra traducción al inglés pero no funcionaba. La traducción que se publicó, hecha por Frances Riddle, es excelente. Recién cuando volvimos de Laborde, hace unos días, un poco a instancias de mi marido, les pregunté cómo había llegado el libro a sus manos, si había sido por intermedio de Anagrama, y me contó que en una reunión Pablo Calvi, un profesor argentino que vive en New York, se lo recomendó, y a Laurie, que lee en español, le encantó. A partir de ahí lo defendió a ultranza. No lo conozco a Calvi, pero estoy agradecida por su recomendación.