Temen que estalle una guerra nuclear en asia Pacífico
China advirtió que habrá una carrera armamentista si estados unidos instala un sistema antimisiles en seúl. maniobras militares del Pentágono en pleno conflicto.
El ascenso de China, la tensión entre las dos Coreas y la alianza de Washington con Tokio y Seúl hacen de Asía Pacífico una de las regiones más inestables del mundo. En las últimas semanas, el peligro de un estallido violento aumentó, luego de que Pyongyang probara misiles balísticos de mediano alcance y su vecino del sur respondiera con la instalación del sistema antimisiles THAAD, proporcionado por el Pentágono. Alarmado, el gobierno chino pidió “encarecidamente” a Estados Unidos y Corea del Sur que detengan el despliegue de ese escudo, al tiempo que alertó a Donald Trump sobre una carrera armamentista nuclear en la región.
El Sistema de Defensa Terminal de Area a Gran Altitud (THAAD según sus siglas en inglés) exacerbó la furia de Beijing. Pese a ser un sistema defensivo, destinado a neutralizar la capacidad nuclear del régimen comandado por Kim Jong-un, China cree que sus radares podrían obtener datos de inteligencia de sus bases militares más cercanas.
Para desincentivar la instalación de esa tecnología, el gobierno de Xi Jiping evalúa aplicar sanciones económicas contra Seúl, como restringir la llegada de turistas chinos y aplicar gravámenes a compañías coreanas que operan en el país, como el conglomerado Lotte.
Yoo Ho-Yeol, vicepresidente ejecutivo del Consejo Asesor Naciona l pa ra la Un i f icación de Corea, explicó que el THAAD no fue una medida contra China, sino para proteger al país de su vecino del norte. “Se le pidió apoyo y colaboración a China para frenar la inversión armamentista en Corea del Norte. La- mentablemente, eso no tuvo éxito. Se está generando una carrera armamentista generalizada en Asia que hay que observar”, explicó a PERFIL en su paso por Buenos Aires. Tambores de guerra. Con el objetivo de bajar la tensión, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, viajará a Japón, Corea del Sur y China entre el 15 y el 19 de este mes, en su primera visita a la región desde que ocupa el cargo. Washington espera coordinar un curso diplomático con esos actores para desactivar la amenaza nuclear, en momentos en que el Pentágono y tropas surcoreanas realizan un ejercicio militar conjunto llamado Foal Eagle, que incluye un ensayo de un ataque preventivo a Corea del Norte, su liderazgo y sus instalaciones nucleares.
En respuesta a esas manio- bras, Kim Jong-un aceleró los ensayos balísticos, con misiles de alcance intermedio con capacidad para golpear a Tokio y a Seúl. Su gobierno pretende así desalentar supuestos planes de invasión al país.
La destitución de la presidenta Park Geun-hye, confirmada este viernes por la Corte Constitucional, fue otro de los ingredientes que exacerbaron el explosivo cóctel regional. En los próximos sesenta días habrá elecciones presidenciales en Corea del Sur. La campaña agrega un nuevo elemento de incertidumbre: Moon Jae-in, líder del partido de izquierda Minjoo, marcha primero en las encuestas, con un discurso más conciliador con Corea del Norte y China. “Las elecciones no cambiarán nuestra política hacia Corea del Norte. No podemos vivir con armas nucleares”, confió el embajador coreano en Buenos Aires, Jong-Youn Choo.