Críticas por los nuevos cambios al código de planeamiento urbano
coordinador de Emergencias de Jujuy. El Hotel de Turismo se convirtió en el centro de ayuda a los damnificados.
Los barrios más afectados fueron 5 de octubre, Pucará, La Falda, San Francisco y Altos de Malka, con muchos accesos intransitables, y en la zona baja Las Viviendas y Mataderos. En cuanto a los caminos y rutas, el Comité informó que la ruta nacional 9 ya se encontraba habilitada para transitar con precaución.
Si bien la Dirección de Agua Potable y Saneamiento de Jujuy avanzó en la limpieza de la planta en busca de normalizar el servicio en la zona baja de Tilcara, en la zona alta todavía se registraban usuarios sin suministro. En tanto que la red cloacal continuaba obstruida por los sedimentos de barro. La Secretaría de Energía informó que algunas zonas afectadas por el alud seguían sin energía eléctrica debido a la caída de los postes de luz.
este mes, la legislatura podría debatir el proyecto del gobierno porteño que busca, entre otras medidas, modificar las alturas para construcción.
El gobierno porteño busca enviar en el corto plazo el proyecto para modificar el Código de Planeamiento Urbano a la Legislatura, para debatir todo lo referido a la zonificación, normas y distribución de los usos de los distintos barrios de la Ciudad.
A mparándose en que el actual código, que data de la década del 70, quedó desactualizado ante los cambios que Buenos Aires vino atravesando en los últimos años, desde el Ministerio de Desarrollo Urbano porteño se diseñó el año pasado un nuevo proyecto que establece nuevas reglas respecto a, entre otras cosas, las alturas permitidas para la construcción de edificios, y los usos de cada lugar, con el fin de homogeneizarlos.
Así, se busca que dejen de existir barrios residenciales y otros industriales, para generar “un mix entre casas, comercios y ser v icios” en cada uno. Con el objetivo de alcanzar una ciudad más “integrada, policéntrica, plural y saludable”.
“Devolver la homogeneidad al tejido urbano, instalar una mejor convivencia entre las distintas actividades y proponer una densidad poblacional adecuada”, resumían desde el ministerio apenas conocido el plan de modificación, además de explicar que lo que se buscan son “reglas de juego más claras y sencillas,que para tranquilidad del vecino, evitan diferente tipo de inter- pretaciones y permiten prever el crecimiento y desarrollo de la Ciudad para los años posteriores”. Se intentaba así calmar las voces en contra que hablaban de la posibilidad de que el nuevo código favorezca al mercado inmobiliario, permitiendo la construcción de torres en altura en zonas donde hoy no existen.
Desde el gobierno porteño, en tanto, sostienen que el nuevo código prioriza más espacios verdes y peatonales.
En noviembre pasado, el proyecto fue evaluado y aprobado por el Consejo de Plan Urbano Ambiental de la Ciudad (CoPUA), en el marco del debate participativo que el mismo establecía.
La intención era que se tratara a finales del año pasado, pero un amparo presentado por organizaciones vecinas, que exigían un mayor debate a lo largo de las comunas de la ciudad, dilató su tratamiento. Cuestionamientos. “Creemos que con el nuevo Código lo que se autoriza cada vez más es la mercantilización del espacio público y la pérdida de la identidad de los barrios”, dice Jonatan Baldiviezo, titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad, una de las organizaciones que presentó la medida judicial.
“El código regula las alturas, y hasta ahora lo hacía desde dos indicadores, la altura máxima permitida, y la cantidad de metros cuadrados que se podían construir. Ahora, el único limitante pasaría a ser la altura, lo cual puede llevar a que se construyan viviendas más pequeñas, en detrimento de la calidad de vida de las familias y en beneficio del mercado inmobiliario”, agrega, en relación a la eliminación del Factor de Ocupación del Terreno (FOT), que determina hasta cuántos metros cuadrados se pueden edificar en una determinada parcela.
iba a tratarse el año pasado, pero un amparo presentado por vecinos dilató su tratamiento