El femicida del country será sometido a juicio por jurados
El empresario Fernando Farré, detenido por haber degollado y aplicado 74 puñaladas a su esposa, Claudia Schaefer, en un femicidio ocurrido en 2015 en el vestidor de su casa del country Martindale de Pilar, será sometido desde el 29 de mayo a un juicio por jurados, en el que la defensa ya cuestionó una de las principales pruebas de la fiscalía: los audios que la víctima guardaba en su celular con amenazas y maltratos del imputado.
Fuentes judiciales informaron que, al tratarse de un debate con la intervención de ciudadanos comunes, el proceso estará a cargo de un único juez: Esteban Andrejin, del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro.
Andrejin ya les comunicó a las partes que la fecha probable para el inicio del juicio será el 29 de mayo, día en el que deberán quedar designados entre los candidatos sorteados los 12 jurados titulares y seis suplentes que definirán la inocencia o culpabilidad de Farré (53).
La acusación estará en manos de la fiscal original del caso, Carolina Carballido Calatayud, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de Pilar, y de su colega de la misma fiscalía temática pero de San Isidro, Laura Zyseskind, mientras que la familia de Schaefer (44) será representada como particular damnificada por el abogado Jorge Sandro.
La defensa, que fue la que solicitó que el debate sea por jurados, estará encabezada por el abogado Adrián Tenca y su colega María Bergamini.
La autoría material del femicidio por parte de Farré no está discutida por ninguna de las partes, pero la estrategia de la defensa es intentar lograr una eventual inimputabilidad, o que se defina que Farré actuó bajo un estado de emoción violenta, para evitar la prisión perpetua.
El ex gerente general de la empresa de cosméticos Coty llegará al debate detenido en la Unidad 46 del Servicio Penitenciario Bonaerense, acusado del delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género”, que prevé la pena máxima. lincuentes eran tres jóvenes armados; uno de ellos fue el que disparó contra los pasajeros. Escuché al menos dos disparos: uno de los delincuentes estaba alterado y comenzó a gritar a los pasajeros, y el policía, luego de identificarse, respondió al ataque”.
“Yo entré en pánico en el momento del robo. Me apuntó con el arma y me dijo que bajara la velocidad. Los pasajeros son todos conocidos. Sólo a un muchacho le robaron una mochila”, agregó el chofer.