Una actriz célebre
Adriana Lecouvreur, la ópera con música de Francesco Cilea y libreto de Arturo Colautti, basada en la obra teatral de Eugène Scribe y Ernest Legouvé, inspirada en la vida de la célebre actriz francesa Adrienne Lecouvreur (16921730), se presenta hoy en una última función en el Teatro Colón.
La biografía de esa destacada actriz del siglo XVIII, recreada en aquella obra teatral y en esta ópera, también sirvió de inspiración para varias películas. Las más difundidas fueron una norteamericana y otra francesa,
Sueño de amor, dirigida en 1928 por Fred Niblo y protagonizada por Joan Crawford, narra la historia de amor de Maurtiz, el príncipe heredero enamoradizo de un país de Europa central, que mantiene romances con una condesa y con la esposa del duque que ha usurpado el trono, y que queda deslumbrado por Adrienne Lecouvreur cuando la ve trabajando en un circo ambulante vestida de gitana, y allí se relaciona sentimentalmente con ella. Pensando en el daño que puede causar a su reputación por la diferencia del nivel social, al poco tiempo la abandona enviándole una nota acompañada de dinero por su amigo el Barón. La muchacha se siente ofendida pero igualmente no puede olvidar al príncipe. Pasados unos años, cuando Adrienne se convierte en una actriz famosa en toda Europa, vuelve y representa una obra que refleja- ba su lejano romance, y el príncipe cuando la ve reaviva su vieja llama y, rompiendo una cita con su amante (la duquesa), la invita a una cena íntima. La duquesa decide vengarse y con apoyo del duque somete al príncipe a un pelotón de fusilamiento, que (felizmente) disparan al aire. A Mauritz lo salva una oportuna revolución que lo instala en el trono y con Adrienne logra finalmente la dicha soñada.
La versión francesa de la misma historia fue rodada en 1938 por Marcel L’Herbier con el título de Adrienne Lecouvreur, y fue protagonizada por Yvonne Printemps, una famosa actriz y cantante francesa cuya carrera abarcó varios géneros: revistas musicales, operetas, comedias y dramas.
Si observamos que Adrienne Lecouvreur fue personificada en el cine (en 1913) por Sarah Bernhardt y luego por otras importantes actrices como Joan Crawford e Yvonne Printemps y en la ópera por Renata Tebaldi, Montserrat Caballé, Renata Scotto, Joan Sutherland, Angela Gheorghiu, y ahora por Virginia Tola, esto nos da la idea de lo importante que fue aquella legendaria actriz.