Visita del juez del lava Jato
de papeles”. No, yo no estoy floja de papeles. Hablo porque estoy cansada de la injusticia, porque viví un año muy duro con lo de mi hijo y me pasa lo mismo que a él: me han pinchado tanto que llega un momento que uno dice basta. Si yo inicié (la acción, en 2009) por Seguridad Social, es porque estaba jubilada. Estaban todos contentos creyendo que me sacaban, que tenía un amparo, que no era definitivo. Cuando se enteraron de que tengo una acción declarativa de certeza se quisieron morir.
—¿Cómo se siente?
—Con fuerzas y ganas, lo único que necesito son unos días de descanso, porque no entiendo cómo la presidenta del Consejo de la Magistratura nos puede exigir que en 24 horas contestemos sobre un fallo cuando sabe que los diputados no vuelven a Capital Federal hasta después de Semana Santa. Fue vejatorio.
—¿Usted se puso fecha de salida?
—Algún día me voy a ir porque no soy eterna. Puede ser un mes, un año, dos, pero algún día me tengo que ir. Pronto, no me queda mucho. Pero me quiero ir conforme. Yo entré por la puerta grande y me quiero ir por la puerta grande. Sergio Moro, el juez del Lava Jato, la mayor operación contra la corrupción en la historia de Brasil, estará entre mañana y pasado en la Argentina para disertar sobre la investigación que tiene a su cargo y que generó un terremoto político en su país y en la región. Moro llega invitado por el ministro de Justicia, Germán Garavano. “Espero que yendo allá pueda aportar a las prácticas y a las experiencias de la Argentina, así como pueda aprender de esas mismas experiencias y prácticas”, definió el juez sus expectativas por la visita a nuestro país.