En mayo terminan las obras de restauración de retiro
La centenaria estación del Ferrocarril mitre renovó sus pisos, techos y artefactos originales. buscan que sea un punto turístico.
El primer paso es donar toda la ropa que ya no se usa. Un buen parámetro para decidir es desechar aquellas prendas que ya no se eligen para vestir hace por lo menos seis meses, las que ya no gusten o no tengan el talle indicado.
Las perchas son clave: ubicar todos los ganchos mirando para el mismo lado, y que sean delgadas para que puedan entrar más prendas.
Los contenedores permiten clasificar la ropa y zapatos: hay que etiquetarlos. Un recurso para separar carteras son las bolsas de tela. A principios de junio estarán listas las obras de restauración y puesta en valor de la estación Retiro del Ferrocarril Mitre. La elección de la fecha no es casual: uno de los edificios más emblemáticos del centro porteño fue inaugurado ese mes, pero en 1915. Y 102 años más tarde recobrará, según los responsables de su puesta a punto, su fisonomía original. Por el lugar, declarado monumento histórico nacional en 1997, transitan unas 60 mil personas por día.
En la recorrida que realizó PERFIL, el imponente hall central ya muestra esos cambios: los paneles de vidrio laminados del techo lo bañan de luz natural, los pisos de granito recobraron su color original; y los artefactos lumínicos, bronces y grandes puertas de roble ya están restaurados. También se recuperará su antigua sala de espera y el salón de té. En total, la obra –que comenzó en diciembre– costará $ 650 millones.
“Los trabajos no sólo apuntan a devolver a Retiro su impronta original, sino también modernizarla: se instalará un sistema de audio inteligente que regula el volumen de los anuncios de acuerdo con la cantidad de personas que transitan por el hall, tomas de enchufes para recarga de celulares y servicio de wi-fi libre. Se incorporarán máquinas para recarga de SUBE y cajeros automáticos”, aseguró Marcelo Orfila, presidente de Trenes Argentinos Operaciones.
Una de las imágenes que presentaba Retiro era la diversidad de negocios instalados, muchos de los cuales ocupaban espacios de circulación como pasillos y accesos. En este sentido, Orfila adelantó que los comercios que se instalen en el hall serán todos iguales y no se podrán extender más allá de los metros asignados. En tanto que los locales que forman parte del edificio deberán respetar las características históricas. “La terminal va a contar con áreas de servicios pensadas para el pasajero, como por ejemplo cafés, casas de comidas rápidas y dependencias oficiales como el Renaper. Apuntamos a que la estación sea utilizada también por personas que no viajan en tren. Queremos que se convierta en un lugar de visita”, señaló el funcionario.