Der Spiegel
El pasado miércoles 22 de marzo se concretó uno de los peores temores no sólo de los habitantes de Londres sino de la policía de la ciudad: un violento ataque terrorista dejó cinco personas muertas –incluido el sospechoso– y al menos cincuenta heridos en el corazón de la capital británica. El día después del terror, la primera ministra británica, Theresa May, expresó: “Ayer, un acto de terrorismo trató de silenciar nuestra democracia. Pero hoy nos reunimos con normalidad”, y agregó: “No tenemos miedo”.
Ataque de Westminster