“Argentina es un país con muchos talentos”
Alucinada con los estudios de Globo en donde estuvo grabando Supermax, sostiene que encara sus trabajos con absoluta libertad y que en Projac le parecía estar filmando Indiana Jones.
Todos los personajes de Supermax llevan encima una mochila que les pesa tanto o más que la propia historia que protagonizan en la serie, que de hecho ya es bastante pesada”, dice Cecilia Roth, parte de un importante elenco internacional en el que también aparecen Laura Novoa, Antonio Birabent, Nicolás Gold, Alexia Moyano, Juan Pablo Geretto, Guillermo Pfening, los españoles Santiago Segura y Rubén Cortada, el uruguayo César Troncoso y la brasileña Laura Neiva.
Dirigida por Daniel Burman (cineasta argentino conocido por películas como El abrazo partido, Dos hermanos y El misterio de la felicidad), Supermax es una ambiciosa miniserie de diez capítulos que insumió 1.200 horas de filmación y 12 semanas de rodaje. Coproducida por la poderosa cadena brasileña Globo y la T V Pública, que la estrenó esta semana con el piloto y que comienza el martes a las 22, fue escrita por Burman y Mario Segade y se desarrolla en una cárcel de máxima seguridad ubicada en medio de un desierto. Los presos participan de un reality perverso del que no conviene adelantar más que su jugoso premio: un millón de dólares.
Y Roth es Pamela, “un personaje que, como todos los de esta historia, es realmente muy particular”, asegura l a experimentada actriz. “Cada uno tiene una complejidad diferente –añade–. Pamela es una psicótica, una mujer que vive en una realidad paralela y que lleva consigo una historia personal durísima que nunca terminó de resolver. En verdad, ni siquiera la pudo ni la puede aceptar. Contar más sería revelar por completo al personaje, y eso no me parece buena idea. Pero la serie tiene más de un gancho, no sólo las intrigas”.
—¿Cómo es trabajar en una producción de esta envergadura? ¿Produce más tranquilidad o más vértigo?
—Yo hice Epitafios
do interpretás un personaje?
—Yo encaro mis trabajos con absoluta libertad pero sabiendo siempre para dónde estoy yendo. Así que mientras trabajo no hay zozobras. Lo que no me gusta es mirar el monitor. Prefiero la sensación de vivir el personaje, de trabajarlo escena a escena, que durante el rodaje pasen cosas que uno no tiene pensadas previamente y te sorprendan. Recién cuando pasa un tiempo prudencial, en el medio hice otras cosas y ya no tengo presente y en carne viva al personaje que interpre-
té, puedo llegar a ver un trabajo que hice.
—Ahora que están de moda las series, ¿te parece que en Argentina estamos lejos a nivel calidad de lo que se produce en Estados Unidos, el país más poderoso en ese terreno?
—No nos falta nada. Sobre todo con producciones de la magnitud de Supermax. Ya estamos entrando lentamente a este mundo nuevo. De hecho,
Historia de un clan también es un éxito en algunos países europeos. Argentina es un país con muchos talentos.
—Ya que hablás de Argentina, ¿cómo te sentís en el actual contexto político?
—Me siento como se siente hoy más de la mitad de la población.
“En el actual contexto me siento como se siente más de la mitad de la población.”