Contra el uso sistemático de las huelgas
El paro impulsado por la CGT y otras centrales obreras esta semana enfrentó a los gremios con el Gobierno pero, sobre todo, con la opinión pública. Según reveló la encuesta de Quiddity para PERFIL, más de la mitad de los encuestados se manifestaron en contra de la huelga nacional, mientras que una porción minoritaria la respaldó.
Pero además, el sondeo marcó que sólo un 26% de los encuestados cree que la CGT representa bien los intereses de los trabajadores. A criterio de la consultora, esto implica que “los sindicatos accionan sobre una base poco legitimada por la sociedad”. De acuerdo con este análisis, el accionar combativo de los sindicatos fortalece de manera indirecta a Cambiemos.
Asimismo, se deduce del relevamiento –realizado en todo el país– que las medidas de fuerza no son bien vistas tampoco en la provincia de Buenos Aires, donde los docentes tienen una disputa con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal por el aumento que recibirán este año en sus salarios. Pero lo que quedó bajo la lupa no fue tanto la discusión salarial sino los métodos usados para el reclamo, según entendió la consultora que hizo la encuesta. Los números dictaminaron que más de la mitad de los consultados no aprueba que se paralicen las clases mientras se pide aumento.
La estrategia del oficialismo fue, para lograr influenciar a la opinión pública, vincular a los sindicatos docentes con el kirchnerismo, que tiene un alto nivel de imagen negativa en la sociedad.