ESQUINA

comunicación. Encuentro inadmisible que nadie haya salido, con premura, en auxilio del Presidente para explicar esto, porque me parece que el mismo Macri no había tomado conciencia de que lo que había hecho era describir una semejanza por analogía de manera exacta, y su posterior comentario sobre “lo rico que es el choripán” sonó más como una pretendida (e innecesaria) justificación. Juan José de Guzmán jjdeguz@gmail.com La presente se refiere a un problema vehicular que es fácil de solucionar si hay buena voluntad por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En la esquina de Conde y av. Crisólogo Larralde se produjeron muchos accidentes bastante graves. En cualquier momento habrá que lamentar la pérdida de vidas humanas por falta de prevención. En toda esquina, los conductores deben obrar con prudencia reduciendo la velocidad. La realidad nos muestra lo contrario: hay mucha imprudencia y falta de cuidado. No sería muy grave si sólo afectara a los conductores y sus vehículos, pero en la esquina a que me refiero los vehículos suelen subirse a la vereda y embestir una pizzería o una veterinaria. Pero ¿qué pasaría si por la vereda pasara caminando o estuviera parado un peatón? Sería atropellado y le podría costar la vida o una grave incapacidad permanente. En el peatón –estando en la vereda– no se puede hablar de ninguna imprudencia; sin embargo, puede perder su vida. Como razonable medida de prevención, sería urgente colocar un semáforo, tal como existen en esquinas muy cercanas, como en Freire y Superí, donde nunca se produce un accidente. La Constitución Nacional y la de la Ciudad de Buenos Aires imponen a los gobernantes el deber de garantizar la seguridad, la vida y la integridad de las personas. Con un semáforo se eludiría la responsabilidad del Gobierno por haber sido previsor. Esta carta debe entenderse no como una crítica sino como una participación ciudadana para el bien de la comunidad. Bernardo Nespral (Ex juez de la Nación) bn.nespral@gmail.com