DUALIDAD
Los argentinos, en gran medida, somos crueles e ingenuos a la vez. Porque quien pergeñó la zancadilla que el gremialismo le hizo al Gobierno (que es de todos), justo el día que estaba programada la inauguración del Foro Económico (el Mini Davos), con la presencia de importantes personalidades del mundo económico y financiero, lo hizo más pensando en perjudicar que en reclamar. Entre ellas había potenciales inversores, lo que tanto necesita el país para empezar a dar vuelta la página de estancamiento que ya lleva un lustro, por lo menos. El paro se planificó con precisión quirúrgica, pensando en provocar el mayor daño posible. ¿Se puede ser más cruel para con la Argentina? Para exponer un hecho de ingenuidad, (podríamos citar muuuchos), mencionemos el descenso, a hurtadillas, del vuelo presidencial en uno de los paraísos fiscales más importantes del mundo, las islas Seychelles, entre el 21 y 22 de enero de 2013. Allí pernoctó la ex presidenta sin informar sobre su actividad. Este hecho fue publicado en el Boletín Oficial recién en el mes de marzo y debió dar por ello unas muy confusas explicaciones (a través de su escudo de desinformación) sólo cuando el programa PPT lo expuso a la consideración pública y ya se estaba gestando un escándalo mayúsculo. ¿Nadie se preguntó, por entonces, qué hizo Cristina durante las 13 horas que duró la “escala técnica”, sin retratarse ni una sola vez (cuando en Vietnam, de