Debate sobre la apertura a los refugiados
El atentado del viernes en Estocolmo comenzó a generar un debate en torno a la política de puertas abiertas hacia la migración que aplica Suecia, y dudas sobre si la sociedad sueca, considerada democrática e igualitaria, no ha fracaso en integrar a los recién llegados.
El sospechoso arrestado por el ataque es un uzbeko de 39 años, que ya había sido monitoreado por la policía, que dejó de tenerlo en cuenta por ser un “personaje marginal”. Aún no se sabe si es ciudadano sueco, o residente, y cuánto tiempo hace que vive en Suecia.
“Somos una sociedad abierta y democrática y seguiremos siéndolo”, afirmó ayer el primer ministro sueco, Stefan Löfven, al visitar el lugar de la tragedia, donde depositó rosas rojas.
Sin embargo, hay quienes
“muchos han llegado demasiado rápido”, dijo un ciudadano a la prensa
dudan luego del ataque. “Hemos sido demasiado liberales al recibir gente. Somos demasiado buenos”, dijo a la prensa Ulov Ekdahl, un comerciante de 67 años frente al memorial de las víctimas.
Joachim Kemiri, nacido en Suecia de un padre tunecino y una madre sueca, cree que los migrantes y refugiados son demasiados. “Muchos han llegado demasiado rápido”, sostiene.
“La consideración con que se tratan los unos a los otros es una prueba de la fuerza de nuestra sociedad”, declaró por su parte el rey Carlos XVI Gustavo, y su hija, la princesa Victoria, subrayó que “la sociedad sueca está construida sobre una gran confianza y sobre la comunidad, el sentido de la solidaridad. Esto nos hará más fuertes, de alguna manera”, aseguró.