Gimnasta y militante de la JP
Micaela García tenía 21 años y un espíritu solidario. Todos los fines de semana ayudaba en un comedor infantil de Villa Mandarina, en Concepción del Uruguay. Estudiaba Educación Física y era una “luchadora” que “quería cambiar lo que estaba mal en la sociedad”, según recordaron sus padres.
La joven era la única mujer de los cuatro hermanos. Su papá es el decano de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en Concepción del Uruguay y su mamá es docente. Desde chica, Micaela era una apasionada de la gimnasia artística, actividad que practicaba y hasta formó parte de delegaciones que representaron a la Argentina en distintos torneos.
En la actualidad, formaba parte de la JP Evita de Gualeguay y militaba socialmente en los barrios más humildes de Concepción del Uruguay, donde nació y pensaba volver cuando terminara sus estudios en Gualeguay. Su novio era un compañero de militancia.