Una Pascua de tristeza
Los coptos de Egipto celebraron ayer la misa de Pascua atenazados por el miedo y el dolor después de los recientes atentados sangrientos contra dos iglesias. Para poder acceder al recinto de la catedral, los fieles tuvieron que pasar tres detectores de metales. El gobierno egipcio instauró el estado de emergencia al día siguiente de los dos atentados suicidas que causaron 45 muertos, reivindicados por Estado Islámico (EI). Para los coptos, los cristianos de Egipto, la fiesta de Pascua es, junto con la Navidad, la fecha más importante de todo su calendario.