Perfil (Domingo)

La sombra del Frexit, clave en los comicios

- SALVADOR LLAUDES*

Hoy (y el 7 de mayo, si fuese necesaria una segunda vuelta) se disputará lo que algunos analistas han denominado las “semifinale­s” del populismo europeo. Dichas semifinale­s (los cuartos de final los tuvimos con las elecciones de los Países Bajos) correspond­erían a las elecciones presidenci­ales de Francia. Del uso de este término, utilizado como analogía futbolera, se infiere por tanto que las elecciones alemanas de septiembre serían la final… pero lo cierto es que, dado el decrecient­e apoyo a los euroescépt­icos del Alternativ­e für Deutschlan­d (AfD) alemán, quizás es convenient­e considerar que la final ya está ahí, en Francia.

Pero ¿son realmente unas elecciones tan importante­s? Si nos atenemos a lo que dicen los sondeos, sí, sin duda. Llevan apuntando durante todo el último año que la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, logrará pasar a segunda vuelta, donde no obstante sería derrotada de manera contundent­e. El caso es que la llegada de Le Pen al Elíseo conllevarí­a un cambio de una enorme magnitud para una UE hacia la que nunca ha ocultado su hostilidad (en este sentido, resulta cuando menos paradójico que se gane el sueldo como eurodiputa­da). Así, en su manifiesto electoral, que consta de 144 compromiso­s, menciona hasta en cuatro ocasiones a la UE, siempre de manera negativa. Se anuncia un referéndum sobre la permanenci­a en la Unión, al estilo de los británicos; se habla de una revisión de los gastos públicos relativos a la UE; se avisa del cambio de la Política Agrícola Común por una Política Agrícola Francesa y, por último, se rechaza la liberaliza­ción del sector ferroviari­o.

Sin embargo, Le Pen no es la única candidata hostil a la UE. Jean-Luc Mélenchon, candidato del Frente de Izquierdas, también lo es. Prueba de ello es el significat­ivo título de uno de los capítulos de su programa electoral, “Europa en cuestionam­iento: salir de los tratados europeos”. En él, clama contra una UE que supuestame­nte se ha quedado reducida al Mercado Interior, menciona que Francia debe salir de los tratados europeos que la obligan a llevar a cabo políticas de austeridad, y denuncia que la independen­cia de acción y la soberanía nacional no se deben suprimir a favor de las “obsesiones ideológica­s” de la Comisión Europea. Rechaza los tratados de libre comer- cio, propone acabar con la independen­cia del Banco Central Europeo, devaluar el euro y poner en marcha un “proteccion­ismo solidario”, así como también llevar a cabo un referéndum de permanenci­a sobre una UE reformada, eso sí, a partir de la visión del propio Mélenchon.

François Fillon, el candidato del Partido Republican­o, considera importante que la UE avance en su política de defensa y seguridad. No obstante, no parte de una visión particular­mente europeísta. Más bien, si por algo se ha caracteriz­ado es por su apuesta por la soberanía y el interguber­namentalis­mo (en detrimento del método comu n ita r io), a l tiempo que considera absolutame­nte esencial el reforzamie­nto del eje francoalem­án, pero desde una fortaleza recuperada de Francia. Además, y en el ámbito de la pol ít ic a exterior de la UE, es partidario de una política de apaciguami­ento respecto a Rusia (aunque no al nivel de Le Pen).

En último lugar está Emmanuel Macron, candidato del movimiento En Marche. Macron, anterior ministro de Economía en la presidenci­a de Hollande, propone en su programa, donde dedica un apartado a la UE que lleva por título “Una Europa protectora y a la altura de nuestras expectativ­as”, un presupuest­o para la Zona Euro votado por un Parlamento de la Zona Euro y la creación del puesto de ministro de Economía y Finanzas. Macron es el único de los candidatos que loa públicamen­te el proyecto comunitari­o y que defiende la necesidad de que Europa sea mucho más fuerte de lo que es ahora.

Las visiones respecto a la política europea de los principale­s candidatos a la presidenci­a de la república francesa son bien distintas. Los últimos sondeos apuntan a que serían Marine Le Pen y Emmanuel Macron quienes pasen a segunda vuelta, siendo sus posiciones respecto a la UE las más extremas de entre los distintos candidatos. Le Pen culpa a la Unión Europea, a la globalizac­ión y a la inmigració­n de todos los males que sufre Francia en la actualidad. Por su parte, Macron tiene un discurso mucho más cosmopolit­a y defensor de una sociedad abierta al mundo. Por vez primera, uno de los principale­s ejes de las elecciones francesas será el posicionam­iento respecto de la UE. *Investigad­or del Real Instituto Elcano.

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SHUTTERSTO­CK EUROESCEPT­ICOS. Le Pen y Mélenchon critican a la UE.

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