BARRAS BRAVAS
En PERFIL (31 de mayo de 2015), el señor Julio Petrarca, al referirse a mi carta del 24 de mayo del mismo año reitera que “la función del periodismo es exponer toda cuestión que tenga influencia sobre la sociedad. Los problemas hay que exponerlos, no ocultarlos”. Perdón por mi insistencia, señor Petrarca, pero ¿hacen falta dos páginas en la sección Deportes (sábado 15) para insistir con esa práctica en el reportaje al asesino de Gonzalo Acro, con el título “Confesiones de un barra en Devoto”? Con igual criterio, ¿harán reportajes a los tantos autores de femicidios? ¿Es merecedor tal individuo de la nota en cuestión? Preferiría que no gasten tinta al respecto como si fueran ídolos, ya que están presos por asesinato. Por otro lado, si siguen con la idea, ahora con el hincha del club de Belgrano de Córdoba, de tan sólo 24 años, arrojado desde la tribuna, tienen la oportunidad de reportear al culpable de dicho incidente y a los otros detenidos. Sólo merece una alusión por la gravedad del hecho, pero en las páginas policiales, ¿no les parece? Carlos Alfonso Santillán jueves_142@hotmail.com nuclear sin que los altere. Su preocupación individual excede los márgenes de toda lógica. Decía ya Ortega sobre nosotros, al inicio del siglo pasado, que “la causa decisiva es psicológica, y consiste a mi juicio en que dentro de cada individuo ocupa el afán de riqueza un lugar completamente anómalo”. Agregaría, modestamente, también el afán de poder. Osvaldo Oscar Albano albanoquartarone @hotmail.com