CHISTES DE MACRI
A dos De Macri podrían escribirse libros y libros sobre su “poca calle”. Son innumerables las anécdotas acerca de su escaso sentido de la oportunidad para hacer comentarios fuera de lugar. Desde el día en que se tragó el bigote de Freddy en una fiesta, o el piropo que quiso prodigarles “a las mujeres”, acotando que cómo a ellas no les iba a gustar que, caballerosamente, se les dijera “qué buen culo que tenés”. La semana pasada, en medio de una improvisada charla en un centro de jubilados, quiso rememorar una anécdota vivida en otro centro de San Martín, pero lo que contó, pretendiéndose jocoso, estuvo tan fuera de lugar, tan descontextualizado, que volvió a dejar en claro que lo suyo no son los chistes. No lo haga más, señor presidente (alguien que da consejos, más que Peña, es un “gomía”). Lo que la esquina non da, la política non presta. Ricardo O. Peixao que.trascienda@gmail.com