El sostenido crecimiento de la Ciencia Política
Con el regreso de la democracia, la disciplina se ha consolidado en el mundo académico y una generación de politólogos se expande en el Estado, las ONGs y los partidos. En agosto se realizará el XIII Congreso.
En los últimos veinte años, la ciencia política en la Argentina ha experimentado un desarrollo inusitado. Ta nto lo s indicadores institucionales en términos de enseñanza e investigación como los indicadores sociales en términos de la relevancia política y social de la disciplina y sus miembros, muestran avances veloces y sostenidos. En efecto, los politólogos cada vez son más, están más especializados, y constituyen una voz cada vez más demandada para intervenir en el debate público.
Este desarrollo excepcional comienza a partir de 1983. La estabilidad del régimen democrático y sus libertades, la autonomía universitaria, la apertura de la carrera de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires y la posterior creación de nuevas universidades públicas y privadas dieron la posibilidad de un desarrollo disciplinar nunca antes experimentado. Este proceso marcó un cambio desde una actividad antes caracterizada por talentosos intelectuales aislados, hacia una empresa colectiva, una comunidad con límites más claros, y reconocimientos y carreras mejor demarcados.
En todos estos años, los temas de investigación tuvieron fuerte relación con la agenda de los tomadores de decisión y con las agendas de las comunidades de exper tos a nivel global: el funcionamiento de las instituciones de gobierno, los problemas de la transición y consolidación de la democracia, los déficits del régimen democrático y del Estado, la política exterior, el diseño y la evaluación de las políticas públicas, los problemas de la representación y el análisis electoral, entre otros, han convivido con temas de más larga trayectoria como la his- toria de las ideas políticas o las bases sociológicas que influyen en las preferencias electorales. Más recientemente se logró acumular mucho conocimiento científico, por ejemplo, sobre el funcionamiento de los sistemas de partidos, sobre todo a partir de la incidencia del diseño federal sobre el comportamiento político y algunas de sus consecuencias, como los movimientos y organizaciones sociales.
Especialización. Dada la continuidad de las condiciones estr ucturales para hacer ciencia política, se reafirmó la especialización en esas líneas de investigación, hubo diversificación de la enseñanza, formalización creciente de gran parte de la vida académica, y se organizó la disciplina con eje en una asociación profesional