CRISTINA
Una vez más, la ex presidenta equivoca el ropaje que utiliza para cubrir su lamentable paso por la política. Como si se tratara de una líder opositora que desde el llano irrumpiese en los escenarios grandes intentando entusiasmar con sus ideas nuevas “al soberano” para que las bendiga con su voto y, entonces sí, poder asumir para aplicarlas. “No me van a hacer callar así me armen ochenta causas”, ha dicho ante los eurodiputados en una especie de “broma macabra”. Quien dice eso es una frustrada política, derrotada en las urnas “hace nada”, que gobernó el país, que dice amar, por ocho años dejando un 29% de gente en la pobreza, hoy procesada e investigada por hechos gravísimos de corrupción y traición a la Patria, que ha recibido una expresa autorización para ausentarse del país, al cual deberá regresar en la fecha acordada con el juez que la tiene procesada. Es tan loco esto, como insólito. Cuando nos preguntemos por qué estamos como estamos, siendo un país tan vasto y con tanto potencial, una sola respuesta es la apropiada; porque tenemos estos políticos. Y porque lo hemos permitido. Ovidio Winter ovidiow@gmail.com