Un programa que busca potenciar experiencias
Hace poco menos de un año, el Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología porteño puso en marcha el programa Pacto Emprendedor, a través del cual emprendedores que viven y trabajan en las villas y barrios vulnerables de la Ciudad se conectan con otros más experimentados –convocados por el gobierno en empresas, universidades y en programas como Academia BA e Incuba BA– que los ayudan a desarrollar sus proyectos y hacer crecer sus potencialidades. Hasta ahora, ya partici- paron 190 parejas, y el jueves se lanza la tercera camada, que incluirá a cien más. El único requisito que se pone a quienes se inscriban es que el emprendimiento debe tener, como mínimo, un año de funcionamiento, y a par tir de allí, los mentores los apuntalan con encuentros mensuales. El punto de encuentro, el lugar y horario lo define la pareja de acuerdo a su disponibilidad. “Buscamos acompañarlos para potenciar sus habilidades y conectar con otros emprendedores. Y, a partir de julio, queremos incorporar a algunos de los que ya participaron para que se conviertan en mentores”, explica Ana Ramírez, coordinadora del programa que depende de la Dirección General de Emprendedores del minister io por teño. “El impacto del programa es doble: humano, porque se generan puentes de confianza y de trabajo en conjunto, rompiendo las barreras que a veces existen entre las personas; y económico, porque se mejora la eficiencia de los proyectos”, agrega el ministro Andy Freire.