Preparaba coches en su casa del lote 107
Para un corredor de autos no debe ser senc i l lo m a neja r, durante casi un año, a menos 20 kilómetros por hora, la velocidad máxima permitida en cualquier country. Desde que la Justicia ordenó su detención, Luciano Circelli bus- có un lugar seguro para que no lo descubrieran. Lo encontró en el barrio privado Malibú, donde con el tiempo retomó parte de su actividad principal: preparar autos de competición. Según fuentes consultadas por PERFIL, el corredor reparaba y preparaba vehículos en su domicilio del lote 107, donde vivía con su mujer. Circelli salía poco de su casa. Ubicarlo no f ue sencillo. Cuando los agentes encubiertos marcaron su domicilio y lo fueron a buscar, el corredor no ofreció resistencia. Llevaba cerca de un año prófugo y más de ocho desde que se inició la causa judicial por la que fue condenado a cuatro años de prisión. Si bien su defensa planteó la nulidad de la escucha que se le atribuye, nunca consiguió revertir su situación procesal.