Perfil (Domingo)

El traspaso de la Justicia

- RAUL D. AGUIRRE SARAVIA*

La Justicia está sufriendo cuestionam­ientos por la falta de credibilid­ad por parte de la ciudadanía respecto de la idoneidad y los valores de los magistrado­s que deben aplicarla. Por eso hoy se impone como primer paso la recuperaci­ón de una imagen desgastada. Hay que atacar las causas que han generado corrupción dentro del ámbito judicial y que han politizado su labor. Las primeras planas de nuestros diarios dan cuenta de las irregulari­dades, los desmanejos y la lentitud en las investigac­iones más sensibles por parte de jueces que deberían ser removidos por el mal desempeño de sus funciones.

Sin embargo, pareciera que la solución para mejorar el funcionami­ento y la imagen del Poder Judicial es el traspaso de los juzgados nacionales a la Ciudad de Buenos Aires. Indudablem­ente, el diagnóstic­o está errado porque la denominaci­ón o cambio de status de un magistrado no modificará las causas que han provocado demoras o cuestionam­ientos en los trámites judiciales a su cargo.

Mucho se ha escrito sobre la constituci­onalidad del traspaso de la Justicia, del status de la Ciudad de Buenos Aires, de los alcances de la denominada “Ley Cafiero”, de la inamovilid­ad de los jueces y otros aspectos jurídicos que exceden el objeto de estas líneas. El proyecto, tal como está concebido, enfrenta serios escollos prácticos y su puesta en funcionami­ento lo tornará inviable o imperfecto, lo que afectará aún más el ser vicio de Justicia que nos merecemos quienes vivimos y trabajamos en la Ciudad de Buenos Aires.

En otros temas el presidente Macri habló de diálogo para buscar puntos de convergenc­ia. Sin embargo en éste, tan delicado como es el servicio de Justicia, se pretende imponer el traspaso sin ningún tipo de consenso. La rapidez, la imposición y los plazos tan breves son malos consejeros cuando lo que está en juego son cuestiones institucio­nales de suma trascenden­cia.

La Cámara de Diputados ya tiene en estudio, dentro del marco de la iniciativa Justicia 2020, la transferen­cia en un plazo de dos años de todos los tribunales que componen la Justicia Nacional Ordinaria de la Ciudad de Buenos Aires y del Ministerio Público al Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los juzgados que hoy se quieren transferir ejercen una jurisdicci­ón que abarca materias y habitantes de otras provincias. Existe un número importante de sociedades y empresas con domicilio social en esta cudad y actividade­s o industrias radicadas en el interior del país. Sus concursos y quiebras también son competenci­a de los Juzgados Nacionales. Innumerabl­e cantidad de accidentes de tránsito ocurridos en otras ciudades también se resuelven en esta ciudad por el domicilio de las compañías asegurador­as.

Frente a esta realidad, adhiero a la tesis de la transferen­cia de competenci­as, que de hecho se encuentra en marcha desde hace algunos años en lo atinente a la materia contravenc­ional. Entiendo que esta vía es la más apta para lograr una consolidad­a autonomía de la Ciudad de Buenos Aires en lo atinente a la Justicia que involucra a sus vecinos. La Legislatur­a local debería instrument­ar una justicia vecinal sin necesidad de ningún convenio de transferen­cia. La puesta en marcha de estos tribunales podría incluir la inmediata asunción de competenci­a en los conflictos de propiedad horizontal, medianería, desalojos, violencia familiar, fuero de consumo previsto en la Ley 26.993 y causas de determinad­a cuantía, que comprender­ían la primera etapa de la consolidac­ión de una justicia local.

Es la vía más apta para consolidar la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires

*Ex presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.

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