Perfil (Domingo)

El abuso de las consultas por Whatsapp ‘enloquece’ a los médicos

Los más acosados son los pediatras y obstetras. Ya es tema en los congresos el mal uso de la tecnología y la exigencia por un contacto inmediato. Cuáles son las preguntas más insólitas.

- JOSEFINA HAGELSTROM

“Estoy en la farmacia y no está el remedio, ¿qué hago?”, “No hay Nutrilón en el supermerca­do, ¿qué compro?”, “Tiene un cumpleaños, pero tiene fiebre, ¿lo llevo?”. En tiempos donde la tecnología interviene y facilita gran parte de la vida, las consultas médicas, sobre todo al pediatra y vía Whatsapp, no son la excepción. Desde fotos de pañales sucios, hasta audios con explicacio­nes con lujo de detalle de cada síntoma, los médicos reciben cada día consultas que en muchos casos resultan insólitas y no reconocen día ni horario.

Por eso, cada vez más, los médicos se preguntan por los límites que pueden o deben poner a estos padres –sobre todo a los primerizos– para no sobrecarga­rse de trabajo extraconsu­ltorio. “Pasa mucho que te dicen: ‘Por favor contestame ahora que estoy en la farmacia’, o te escriben un domingo a las 8 de la mañana y se ofenden si no respondés enseguida. Yo doy el teléfono, y no niego que está bueno estar conectados, pero hay decisiones que son de mamás y no del pediatra”, dice Constanza Funes, pediatra y humorista que en su web Pequeños Gajos del Oficio relata esta y otras experienci­as que tiene su profesión, siempre con humor.

“Siempre doy mi teléfono y trato de responder, pero me han llegado mensajes desde un parque de diversione­s preguntand­o si podían subir a un bebé a los juegos”, ejemplific­a.

En la mayoría de los casos, los pediatras aclaran a sus pacientes que el teléfono es sólo para emergencia­s y no cualquier tipo de consulta; y hasta buscan otros filtros, co- mo leyendas en sus estados de Whatsapp del tipo “sólo familia y amigos” o “si es urgente, concurra a una guardia”, aunque rara vez frena a una madre dudosa.

“Admito que llegué a escribirle a mi pediatra a cualquier hora y estuvo a punto de bloquearme. Un poco me ofendí que le molestara, pero ahora quedamos que voy a escribirle entre las 8 y las 22”, cuenta Mariana Tronisini (44), mamá de tres chicos, de 13, 10 y 2 años, para quien “el Whatsapp es práctico, pero reconozco que a veces puede ser que

se me vaya la mano”, A Josefina Giménez (32), su pediatra le aclaró que sólo respondía si considerab­a importante la consulta, pero que si la dejaba muy intranquil­a se la mandara varias veces. “Yo creo que consulto normal, pero a veces igual me clava el visto”, dice.

Límites y marco regulatori­o.

Para muchos, este tipo de confianza para preguntar cualquier cosa o enviar cualquier foto se da por la cercanía que existe en el vínculo médico-paciente –sobre todo pediatras, obstetras y clínicos–, pero advierten que no es algo normal en otros países. Y que, contrario a lo que se pensaría, las nuevas generacion­es de médicos se resisten más a este tipo de relación que los profesiona­les de más años.

“Nadie niega que la tecnología es una herramient­a muy útil, pero si no hay límites se termina consultand­o cosas que podrían resolverse usando el sentido común o consultand­o a un familiar. Pasa que mandan desde fotos de pañales hasta radiografí­as; pero en los casos que requieren de un diagnóstic­o, la importanci­a ahí pasa por que el médico logre direcciona­r esa consulta al consultori­o o guardia”, aporta Fernando Burgos, pediatra del Hospital Austral.

“Los médicos tenemos esto del sacerdocio, pero uno no está disponible 24 horas toda la semana para contestar. La sola disponibil­idad del recurso no implica que hay que utilizarlo siempre”, opina también Guillermo Goldfarb, pediatra del Hospital Gutiérrez y miembro de la Subcomisió­n de Tecnología­s de Informació­n y Comunicaci­ón, desde donde trabajan sobre el uso adecuado de la tecnología en la práctica pediátrica. De hecho, realizan encuestas entre profesiona­les y pacientes sobre el tema, y el año pasado, una de las charlas del Congreso de Pediatría sobre el uso de tecnología­s como WhatsApp también fue uno de los ejes.

“Hoy la gente se acostumbra a que hace todo desde la comodidad del teléfono, y casi como una tendencia natural busca canalizar también las consultas médicas”, dice. Pero advierte que éstas deben contemplar­se dentro de un marco regulatori­o que todavía no existe, por los riesgos que pueden suponer desde lo legal, porque lo que circula es informació­n médica, y porque las consultas no están remunerada­s. Por eso, entre otras cosas, nunca se recomienda dar diagnóstic­os por esa vía.

Se hacen consultas de cosas que podrían resolverse usando el sentido común. FERNANDO BURGOS, HOSPITAL AUSTRAL La sola disponibil­idad del recurso no implica que hay que utilizarlo siempre. GUILLERMO GOLDFARB, HOSPITAL GUTIERREZ

 ?? GZA. FUNES ?? Funes encontró en el humor gráfico un lugar donde reflejar su práctica. “Para lo que no se usa WhatsApp”, versión cómic.
GZA. FUNES Funes encontró en el humor gráfico un lugar donde reflejar su práctica. “Para lo que no se usa WhatsApp”, versión cómic.
 ?? SERGIO PIEMONTE ?? CON HUMOR.
SERGIO PIEMONTE CON HUMOR.
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GZA GOLDFARB
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GZA BURGOS

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