“No podemos cambiar a todos los jueces de golpe”
El ministro de Justicia sostiene que el gobierno teme que las pruebas de odebrecht lleguen a gils Carbó. Se despega de arribas y habla de Carrió y Lorenzetti.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, admitió, en diálogo con PERFIL, que el Gobierno teme que la información sobre el escándalo de Odebrecht sea manejada por la jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó. El funcionario agregó, luego de su paso por Estados Unidos, que ese país brindará una cooperación “total”. Aunque no hay plazos para empezar a recibir los datos sobre el pago de coimas durante la era K, se estima que en parte dependerá del resultado de la reunión que jueces, fiscales e integrantes de la Oficina Anticorrupción mantendrán a fin de mes con autoridades norteamericanas.
—¿A qué clase de acuerdo se llegó con Estados Unidos?
—Estados Unidos ofreció colaboración total. Y nosotros somos autoridad de aplicación. En esa lógica, hay un ofrecimiento fuerte, que incluye una reunión a fin de mes de jueces y fiscales argentinos. Pese a que es una investigación en trámite, se comprometieron a darles un acceso total a los jueces, fiscales y a la Oficina Anticorrupción.
—¿Hay en poder de Estados Unidos un listado con los acusados argentinos?
—Si uno analiza el documento que está publicado en la web (del Departamento de Justicia), debería existir información precisa sobre cómo fue el pago de los US$ 35 millones, que incluya nombres y detalles para que la Argentina pueda avanzar.
—¿Les preocupa que involucren a un funcionario actual? Sobre todo después de la acusación que hubo contra Gustavo Arribas.
—La verdad es que no preocupa al Gobierno. El Presidente dio una orden clara y firme de que en esto hay que investigar hasta las últimas consecuencias. Si hubiera alguien involucrado (del gobierno actual), tendrá que asumir las responsabilidades. Lo importante es quiénes cobraron estos millones de dólares, que se deberían haber destinado a obras públicas, escuelas, hospitales, y eso no sucedió.
—¿Es cierto que el Gobierno teme que la información sobre el pago de las coimas la maneje Gils Carbó?
—La verdad es que sí. La procuradora no ha hecho nunca esfuerzos para que los fiscales que investigan la corrupción realmente tengan recursos y vayan para adelante, los que lo hacen es con un esfuerzo individual. Claramente es un tema que preocupa. Por eso también se invita a los jueces, esperamos que la información que llegue pueda ser utilizada por todo el sistema judicial.
—¿Qué condiciones pone Estados Unidos?
—Eso es algo que hablarán con los jueces y fiscales argentinos. Esperemos que la información no se utilice mal, como ocurrió en el pasado en Argentina con el caso Siemens o Skanska. A mí no se me ha dado información (desde Es- tados Unidos) y tampoco la he requerido, lo que hicimos fue abrir un camino para facilitar este proceso.
—¿Estuvo bien que el Gobierno se reuniera con Odebrecht cuando era una función de la Justicia?
—Sí. Cuando vinieron la primera vez, les dijimos que tenían que ir con el Ministerio Público y luego con el Ejecutivo, como sucedió con otros países. Lamentablemente, no encontraron en el Ministerio Público la vocación de avanzar.
—¿Con qué autoridad los mismos jueces que no investigaron en el pasado lo pueden hacer ahora? ¿No deberían ser cuestionados?
—Nosotros no podemos cambiar a todos los jueces de golpe. La Justicia Federal es- tá en deuda con la población. El Gobierno entiende que hay jueces que no deberían seguir siendo jueces, como es el caso de (Eduardo) Freiler. Pero el kirchnerismo está bloqueando la posibilidad de que sea desplazado, junto con alguna jueza de Justicia Legítima.
Esperamos que la información que llegue (de EE.UU.) no se utilice mal.
—Es muy particular la tensión que hay entre una aliada del Gobierno, como Elisa Carrió, y el presidente de la Corte. ¿Qué opina?
—Es una situación que vivimos con tensión. Carrió hizo la presentación (pidió un jury a Lorenzetti) y con eso quedaron cumplidos los pasos institucionales. Mientras tanto, nosotros tenemos una relación seria con la Corte desde el punto de vista institucional. Lo que queremos es que funcionen las instituciones.