En qué consiste el macabro desafío
El macabro juego tiene su origen en Rusia, y se destapó a través de una masiva ola de suicidios adolescentes, todos vinculados de algún modo con una red social similar a Facebook llamada Vlontakte. Por allí se creaban grupos anónimos a los que se unían decenas de jóvenes para participar en lo que llamaron “el reto de la Ballena Azul”. El nombre vendría de la decisión que toman esos gigantescos animales de encallar en las playas para morir.
Los niños y adolescentes son “invitados” a superar una prueba por día durante cincuenta días. Para ello, existen “reclutadores”, que –a través de perfiles falsos en Facebook– reparten mensajes con los desafíos, o en grupos cerrados de WhatsApp. Algunos de esos retos obligan a los chicos a despertarse de madrugada a mirar videos de terror, cortarse el brazo con una navaja o acercarse al borde de un precipicio. La última demostración es el suicidio: los incitan a saltar desde un “edificio muy alto” o desde un balcón. Todas las demostraciones deben hacerse en el mismo horario: las 4.20 de la madrugada. Y si bien los participantes no tienen relación con los reclutadores, una vez que cumplen cada prueba deben mandar fotografías que lo certifiquen.
Parece increíble, pero la información detallada de las pruebas figura en muchas páginas de internet, sin que exista una regulación que lo prohíba. El creador del reto, Philipp Budeikin, está detenido desde noviembre pasado. Admitió su autoría y dijo que “quería limpiar a la sociedad de aquellos que le harían daño”.