“Hay un ambiente regresivo en derechos humanos en la región”
Erika Guevara, directora para las Américas de la ONG, cree que el gobierno argentino tiene “retóricas” peligrosas, y elogia movimientos civiles, como el #NiUnaMenos.
Maduro, miseria para su pueblo; Trump, retórica de odio; Macri, olvido; Temer, corrupción y poder parlamentario conservador. Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional, visitó esta semana Buenos Aires con la finalidad de “demostrar la preocupación de regresión de una agenda de derechos humanos en Argentina y el resto de la región”.
Charlar con ella media hora basta para tener un pantallazo rápido del estado de derechos en toda América. “Argentina siempre tuvo un papel muy impor tante en materia de derechos humanos, y en las convenciones internacionales eso se refleja mucho. Vengo de participar de la Asamblea General de la OEA, y con mucha preocupación vemos cómo se refleja el ambiente regresivo en materia de derechos humanos dentro del continente”.
—¿En particular cómo ves la situación de Argentina?
—Argentina perdió total relevancia. Esta fue una asamblea con resultados muy pobres y una decisión muy intencional de enfrascarse en una discusión sobre Venezuela, no porque no sea grave su situación, sino porque eso no da lugar a que se discutan otros temas fundamentales, como violencia, desigualdad, y otra serie de conflictos relacionados con acceso a recursos naturales y a actores no estatales.
Amnistía Internacional, que tuvo la sede regional de América por cincuenta años en Londres y ahora “coherentemente“fue trasladada a México, trabaja para que los derechos humanos sean respetados. La abogada aprovechó su visi- Critica a la OEA por sólo discutir sobre Venezuela, cuando a su juicio hay otros temas. ta para reunirse con algunas autoridades, como el canciller Jorge Faurié, Fabiana Tuñez, presidenta del Consejo de la Mujer, y algunos diputados y senadores.
—¿Qué conclusiones sacás de las reuniones con el Gobierno?
— Me deja n un sentimiento mezclado. Por un lado, una preocupación por el ambiente regresivo en materia de derechos humanos. Hay retóricas de ciertas autoridades del Estado que hacen hincapié en esto. Pero por otro lado, hay una respuesta esperanzadora de la sociedad civil de movimientos sociales como #NiU- ra que se empiece a limitar el ejercicio de derechos de personas residentes en Argentina. Algo que para nosotros es muy emblemático porque esa ley era tomada como ejemplificadora.
—¿Cuál es tu postura respecto de la detención de Milagro Sala?
—Para entender la situación primero es válido aclarar que en toda la región, se ve un efecto de respuesta represiva por parte de los Estados hacia los defensores de derechos humanos, ya sean activistas, líderes indígenas, ambientalistas. Hay un efecto de criminalización que permite el uso indebido de la Justicia. En este contexto se enmarca lo que sucede con Milagro Sala. No es algo aislado. Nosotros tenemos acceso a los expedientes del caso y podemos constatar que no existe evidencia firme bajo la cual mantener la prisión preventiva de Milagro Sala, bajo las leyes y normas argentinas ni las internacionales. Nosotros establecemos que se trata de una detención arbitraria. No es que ahora un Sigue en Pág. 66