“Hay que formar lectores para este periodismo”
Victoria Rodríguez Lacrouts, directora ejecutiva de la FTEM, aclara que la institucionalización de este género, esto es del riesgo de la uniformidad, no es tal, al menos desde esta fundación. Primero, la promoción que se ha hecho se debe a “que Tomás Eloy Martínez fue uno de los grandes cultores del género en América Latina”. Pero las cosas han cambiado y el periodismo narrativo hoy, hay que reconocerlo, es una marca de autor, y esa marca le está haciendo mal al género porque “está poniendo al autor por encima de los textos”. De hecho, el decálogo del periodista que hizo Tomás Eloy Martínez, según Rodríguez Lacrouts, ha sido mal entendido, ya que “cuando decía que la firma –el nombre– es el principal capital de un periodista, eso no quería decir que el nombre del autor valiera más que el texto que escribe. Lo que señala es la responsabilidad de hacerse cargo de lo que se está escribiendo. Hoy la firma parece ser otra cosa, y tiene más que ver con el ego que con el compromiso con la verdad”. La FTEM –que entre sus muchos cursos y talleres cuenta con la especialización en periodismo narrativo, cuyos contenidos son curados por Leila Guerreiro– entonces mal podría estar uniformando este género porque eso se produce “cuando se estandariza una forma” y esta fundación no promueve eso, porque trata de ir más allá de las recetas, más allá de los tips o “los secretitos” de escritura que sólo condimentan los textos. El contenido del programa de la especialización, sin ir más lejos, está muy enfocado a la lectura, “a comparar lecturas, y estos son procesos que acompañan la producción. Pero la lectura acá no pretende funcionar por imitación”, es decir, no se pretende enseñar a Joan Didion y determinar “qué procedimientos estilísticos utilizó para generarnos el impacto que generó la lectura… eso puede estar, claro, pero es un detalle dentro de algo más espeso”. Por eso cree que “el periodismo narrativo tiene más que ver con una forma de mirar la realidad que se contagia en la escritura. En ese sentido la difusión del periodismo narrativo no sólo tiene que ser entre los periodistas que buscan perfeccionarse en el género, sino también entre los lectores”. Sin embargo, y pese al interés que despierta el periodismo narrativo entre los lectores, “los medios casi no publican este tipo de notas. Hay publicacionesisla que se dedican a este tipo de periodismo, pero sigue siendo de nicho. Hay que buscar o formar lectores para este periodismo, entusiasmarlos tal como se entusiasman los que lo escriben”.