LAS AMENAZAS AL “OPTIMISMO” DE CAMBIEMOS
El clima en la calle. Frente a las protestas callejeras y escraches crecientes, el macrismo ensaya una doble respuesta: señalar intencionalidad kirchnerista detrás de cada movida, y a la vez alentar la represión y el control policial.
Sin tanto ajuste. El Gobierno busca desinstalar la idea de que aplicará un ajustazo una vez que hayan pasado las elecciones. Si bien en la Rosada reconocen que buscarán bajar el déficit fiscal, relativizan la versión de un recorte salvaje. Freno a la polarización. Los candidatos de Cambiemos evitarán la polarización excluyente con Cristina. Ese recurso encierra dos riesgos: no seducir a los indecisos y levantar a la ex presidenta por sobre los demás postulantes de la oposición.
Los votos de Vidal. Los estrategas de campaña oficialistas tienen un desafío: transferir la alta imagen positiva de María Eugenia Vidal hacia los candidatos bonaerenses. Para eso, buscan machacar la idea de que existe un equipo en Cambiemos.