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Las leyes brasileñas marcan que sea el presidente quien escoja al fiscal general de entre una lista de candidatos propuesta por la Asociación Nacional de Procuradores de la República. Por tradición, el mandatario elige al más votado. Pero, en esta ocasión, Temer eligió a la segunda más votada: Raquel Dodge. La fiscal elegida será la primera mujer al mando de la Procuraduría General de la República y asumirá el cargo bajo el escrutinio del país: ¿su misión es profundizar en las investigaciones o “cortar la hemorragia”?

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