Bofetadas al público
—La recepción de Copi en Argentina tiene una historia que remite tanto a los textos que le dedicaron César Aira y Fogwill como en el rechazo y la indiferencia que produjo. ¿Cómo se ubica
La lógica de Copi? —Daniel Link: Yo no tuve un afán polémico mientras leía a Copi. En general no me gustan las lecturas que inmovilizan los textos, que no escuchan su respiración o que no se detienen en los detalles de los que están hechos. Creo que es en el libro de José Tcherkaski, muy notable por muchas razones, donde Copi niega enfáticamente que en sus puestas se improvise. Los actores dicen, subraya una y otra vez, el texto que él ha escrito, como si se tratara de Shakespeare o de Sófocles. Quiero decir, con esto, que los textos de Copi deben leerse con toda la concentración del caso, porque no son meramente la excusa para un happening o un mero divertimento. Naturalmente, el ingenio y la gracia son para Copi una herramienta, pero no se trata (creo) de hilvanar chistes al gusto del público. Copi, bien leído (bien escuchado, bien puesto) más bien propone bofetadas al público: lo obliga a suspender todas las ideas corrientes sobre la vida y a comprometerse con algunas de las direcciones posibles que, él entiende, son las salidas de los sistemas de dominación (en el arte, en la polis, en la vida cotidiana).