No hay lugar para todos
Canciones de amor a quemarropa
Beneath the Bonfire, The Hearts of Men Así como la maquinaria hollywoodense produce directores en serie, decenas de anónimos JonesDavis-Marshall sin una pizca de singularidad pero con irreprochable oficio, la industria del libro –en los escasos países en los que puede hablarse en esos términos, en particular en los Estados Unidos– hace posible que ciertos escritores que tienen poco o nada para decir no sólo sobrevivan dignamente sino que encuentren su nicho, y que en ocasiones incluso se los rescate desde una ilusoria o incluso delirante materialización de un supuesto universo propio. La única explicación racional para ello acaso sea el escasísimo índice de lectura de la mayoría de la población norteamericana.
Hay que decir que Nickolas Butler, el autor de Canciones de amor a quemarropa, tiene al menos la nobleza de intentar alguna que otra cosa, en especial a partir de la multiplicidad de puntos de