La lucha por el pasado
Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y las Madres Línea Fundadora mantuvieron una postura diferente, de distancia crítica respecto de las políticas estatales. La creciente iniciativa y visibilidad del gobierno (se refiere al de Néstro Kirchner, n. del e.) en temas vinculados al pasado dictatorial, el apoyo financiero a las organizaciones y la incorporación de militantes del movimiento a las organizaciones estatales relacionadas con el tema plantean una cuestión casi clásica en el estudio de los movimientos sociales: por un lado, el éxito del accionar hace que sus demandas y agenda sean aceptadas o incorporadas en otras instituciones (en este caso, el Estado), al mismo tiempo, y en consecuencia, el movimiento pierde autonomía y tiende a diluirse. Porque los movimientos sociales se aglutinan cuando hay un adversario unificado y fuerte. Los cambios de orientación de los gobiernos implican, en este sentido, vaivenes que oscilan entre su dilución –cuando hay más aliados políticos que adversarios fuertes– y su recomposición –unificada ante nuevos opositores fuertes– . *Fragmento del libro de reciente aparición.