DE VIDO III

Sin Reliverán (o antivómitos) es imposible escuchar a Diana Conti. La diputada Conti espetó a sus colegas en el Congreso que le daba “asco que se tiren en la cara indignidades, desprestigiando la política”. “El que esté libre de culpas que tire la primera piedra”, agregó. Está clarísimo cuál es su pretensión: que todo se tape, como sucedió siempre, evitando de este modo que la verdad, esa que no tiene remedio, los bañe en lodo, similar al que aflora en miles de hectáreas inundadas cada vez que llueve por falta de obras, debido a De Vido. Cuesta imaginar las náuseas que deben haber sufrido los asistentes a la reunión en el Congreso. Por suerte, siempre está la posibilidad de que detrás de algo muy feo haya algo lindo. A ella y a gente como ella se les termina el mandato.