ESFUERZO
Los docentes y los alumnos correntinos nos dieron a diario un ejemplo a todos los argentinos. La rotura de puentes y las inundaciones no fueron motivo alguno para suspender el dictado de clases. En el caso de los docentes, en su mayoría debieron transitar más de 30 km o cruzar en lancha o a remo. Algunos incluso se quedaron a dormir en los precarios edificios escolares o en la casa de algún alumno. Otros, mochila al hombro con sus bolsas de dormir, dejaron sus cómodas viviendas para estar junto a sus estudiantes. Para ellos primero está la educación de esos pequeños y grandes chicos que no dejaron de asistir a clases en estos días. Mientras tanto, funcionarios, políticos y sindicalistas –entre otros– están cómodos sentados en sus oficinas sin siquiera molestarse en viajar y estar al lado de quienes, a pesar de las dificultades, cumplen con la noble tarea de educar. Y con la noble tarea de aprender. Alejandro Fabián Spivak alespivak@gmail.com