Conversación inteligente y disparatada
Autoayuda para snobs
A lo largo de las páginas de este libro se puede leer el homenaje y la deuda que Molina tiene, sobre todo, con cuatro autores: Oscar Wilde, Jorge Luis Borges, Friedrich Nietzsche y Michel Foucault. Y en la recuperación de esa tradición se dibuja el gesto que el libro en su conjunto pone en acto: el tono de escritura propio del ensayo literario como género.
Me explico: este libro no es un conjunto de piezas ensayísticas. Tampoco es un tratado más o menos sistemático sobre algún tema. Mucho menos, un libro periodístico. No. Molina practica la improvisación aparentemente libérrima que siempre tuvo el ensayo literario: ese tono ligero que bucea en cualquier circunstancia efímera para dar algún golpe de iluminación que convierta, de pronto, lo trivial en necesario. La frase ocurrente y enigmática de Wilde, el amateurismo casi militante de Borges, el tono epigramático de Nietzsche