MILLONES
componentes del tiempo: duración, simultaneidad y repetición…”), humildemente creo que no son componentes del tiempo simultaneidad y repetición, no son cualidades del mismo; son hechos que suceden en determinado momento pero no cualidades o componentes del tiempo. En otro orden, expresa: “Macri no satisface económicamente ni a los ricos ni a los pobres”; mucha gente rica del campo se ha visto muy beneficiada por el actual presidente; creo que no tenemos que explicar al respecto, sobre este punto no comparto que se generalice. Más adelante se llega a la conclusión de que éste es un gobierno de “transición”, porque, supuestamente, si éste no continúa el próximo distará mucho de las decisiones del actual. Caer en este tipo de diagnóstico político, que no hace otra cosa que apoyar la polarización, no se da con los deseos de una real democracia. “La transición” podría ser muy diferente para los ciudadanos y los empresarios si planteásemos por ejemplo que un equipo económico no kirchnerista ocupase el próximo gobierno. Se ve que esta posibilidad para quien escribe la nota no existe, o sea que para que no haya una “transición” que impacte bruscamente en el devenir del país se debe evitar la vuelta del pasado… obviamente votando al macrismo. Cuando quienes deben informar u opinar intentan, en forma disimulada, instalar blanco o negro frente a un acto eleccionario, lejos están de ser independientes, o de no tomar partido por algún bando. Gabriel Giachetti gab_gi@speedy.com.ar o inocentes. Luego veremos que dice la Justicia. Vamos al copete del artículo: “Se viene el Cristinazo”. Puede ser que esa delincuente (para mí) –sé que para López es una estadista– gane en el Conurbano, pero ¿se acuerda, López, de que una vez le escribí preguntándole por qué no explicaba la derrota de Scioli, al cual Ud., en un artículo como éste, anticipaba que su triunfo era seguro? Aún espero la respuesta. Como vengo diciendo “pobre patria mía”, seguiré esperando que mis compatriotas se encaminen por el rumbo de la decencia. Bernardo Canaves bernardocanaves @hotmail.com Muchas controversias suelen generarse a partir de los números. Es así que encontraremos diferencias entre economistas de una u otra vereda de la grieta respecto de si el dólar a futuro fue un delito o no. O sobre el último descubrimiento del Indec, que determinó que existía, en la época de su intervención, un software que era autónomo, que se activaba cuando se llegaba a un número “x” en los resultados estadísticos (que colisionaban con el relato), adulterando esos índices. O sobre si el kirchnerismo dejó un país desendeudado y el macrismo se aprovecha de eso para hacerlo ahora. Pero lo que nos costará más de un software poder calcular es a cuánto ascendería el monto que el secretario privado de Néstor, Daniel Muñoz le habrá enviado en bolsos y valijas en esos vuelos al sur (diarios) tomando en consideración que sólo con la plata que le rapiñó a su jefe le bastó para dejar una nueva multimillonaria en la Argentina, su esposa, que enviudó el año pasado. En Estados Unidos se encontraron departamentos y propiedades pertenecientes a Muñoz por US$ 40 millones. Sí, leamos e intentemos asimilar esa cifra: cuarenta millones de dólares sólo con la plata que le choreó a Néstor. Qué bueno estaría que alguien pudiera explicar de forma sencilla y didáctica cómo se llega a semejante milagro de la década ganada. Roque Villazán rovillazan@gmail.com