Errores en las sumas
Aunque ninguna elección en A rgentina escapa a las sospechas de irregularidades en el conteo de votos la noche de la elección, el escrutinio que realiza la Justicia días después pocas veces modifica el resultado que se da esa noche. “En la elección presidencial 2015, la diferencia de votos para el Frente para la Victoria fue de apenas 0,22% y la de Cambiemo s de 0,17% , nunca hubo una denuncia contra nosotros”, explica Guillermo Lamadrid, director de Procesos Electorales de Indra, la empre- sa encargada del conteo, para descartar cualquier denuncia de “robo de votos”. En 2015, fue Julián Domíguez quien denunció a su competidor en la interna a gobernador, Aníbal Fer ná ndez , de haberle quitado votos en el conteo. Domínguez se refería a lo que sucede en los centros de transmisión del Correo a donde llegan los telegramas que luego se envían escaneados para que Indra comience su conteo. Son 387 centros de transmisión en donde el domingo cada partido enviará sus fiscales para controlar que el telegrama que llega sea escaneado tal cual fue contado en la escuela. Estos fiscales para los candidatos tienen la misma importancia que los que mandan a las escuelas. El principal error humano que se hace en las escuelas es la suma final del presidente de mesa de los votos que hay en la urna. Por ello, éste es un dato que Indra no tiene en cuenta al cargar los datos y, en cambio, vuelve a contar el total, ya que estiman que el 30% de los presidentes de mesa hacen mal la cuenta.