Cronograma oficial: a macri le quedan diez subas de tarifas
Es lo que está estipulado en el plan posterior al fallo de la corte suprema. Dudas en las empresas sobre las chances de cumplirlo.
Diez. Esa es la cantidad de aumentos de las tarifas de servicios públicos que restan hasta el final de la presidencia de Mauricio Macri. Cuatro por año en 2018 y 2019, y dos más este año después de las elecciones legislativas de octubre. Cinco para las boletas de gas y otras tantas para las de electricidad.
El ajuste de los servicios públicos, al que habrá que sumarle el de las tarifas de transporte –que se postergó para 2018 por motivos eminentemente políticos-, encuentra su razón de ser en el área fiscal: el Ejecutivo quiere podar en los próximos dos años los millonarios subsidios que recibe el sector energético –en 2017 sumarán cerca de US$ 6 mil millones– para atacar uno de los motores del déficit fiscal, que se lleva casi cinco puntos del PBI.
Con ese mar de fondo, el ajetreado cronograma de incrementos de las tarifas que figura por delante fue la respuesta que encontró el Gobierno para cumplir con el mandato de la Corte Suprema de Justicia, que en agosto del año pasado anuló el primer tarifazo de gas y exhortó a la Casa Rosada a aumentar las facturas de manera gradual y con razonabilidad económica.
Casi un año después de aquel fallo del máximo tribunal, la desconfianza en torno al margen político que tendrá el Gobierno para cumplir con las metas asumidas es cada vez más manifiesta entre directivos de empresas del sector. La variable de análisis pivotea sobre el resultado de los comicios legislativos. “Si Cristina Kirchner termina imponiéndose como primera senadora por la provincia de Buenos Aires, ¿qué margen político tendrá Macri para ordenar, dos semanas después de las elecciones, un nuevo aumento de las tarifas de gas y electricidad?”, reflexionó el presidente de una distribuidora de gas. Establecido. Según lo previsto por el Ministerio de Energía, el 1° de noviembre aumentarán las tarifas eléctricas de todo el país. Las de gas debían subir el 1° de octubre, según lo previsto en la Revisión Tarifaria Integral (RTI) concluida en marzo, pero el ministro Juan José Aranguren decidió postergar un mes esa alza para que no coincidan con los comicios de medio término. Es decir que las boletas de gas también se incrementarán en noviembre.
Aunque las alícuotas finales de los aumentos se definirán recién en dos meses, se esperan subas nunca inferiores al 50% si se tiene en cuenta la aceleración de la devaluación del peso de las últimas semanas. “En abril, Aranguren decidió desagregar en tres tramos el aumento de tarifas correspondiente al proceso de RTI. Por lo que aún nos adeuda dos tramos de esa suba y el incremento previsto para noviembre”, explicaron a PERFIL desde otra distribuidora gasífera. En el caso de las eléctricas, las facturas tienen que actualizarse en noviembre y de nuevo el 1° de febrero del año próximo. La decisión de separar la recomposición de las boletas de luz, pautada para febrero y noviembre de cada año, de la del gas, que se concreta en abril y octubre, requiere una erogación de altísimo capital político. “Si Cambiemos realiza una buena elección, tendrá mayor templanza para sortear las críticas de la oposición. Pero si no, es probable que deba buscar alternativas porque tal vez no encuentre espacio para aplicar nuevas subas”, analizó una economista, que pidió la reserva de nombre.
En cualquier caso, lo que viene no será sencillo. Incluso con uno de los inviernos más cálidos de los últimos veinte años, que ayudó a que hasta ahora las facturas de gas no sean tan onerosas –casi un 90% de las facturas de Metrogas, la mayor distribuidora del país, en Capital Federal fueron inferiores a los $ 1.000 por bimestre–, varias organizaciones de consumidores presentaron amparos en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe para frenar las subas de las boletas de gas. La Justicia aún no se expidió al respecto.
luego de los comicios, se llamará a audiencia pública en noviembre