Mayoría de efectivos fuera de servicio
Un dato que destacan los informes del CELS es que durante los últimos cinco años, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el conurbano bonaerense, los casos de gatillo fácil fueron cometidos en mayor medida por policías que estaban fuera de servicio. Entre enero y abril de este año, el porcentaje llegó casi a un 80% de uniformados que mataron cuando no estaban en el trabajo.
Desde el CELS explican que el aumento se debe a que, en los últimos años, en la Ciudad de Buenos Aires se redujo el número de efectivos que en servicio dispararon y ocasionaron la muerte. “Casos de la Federal o de la Ciudad que viven y matan en el Conurbano fuera de servicio nos parecen especialmente graves porque hay una especie de exportación de la violencia. Esos policías que trabajan en la Ciudad no matan en la Ciudad, cuando están en servicio, sino que matan en el Conurbano, cuando están fuera de servi- cio, y retroalimentan esa violencia que hay allí”, explica Manuel Tufró.
Hasta finales de los 90, principios de los 2000, de acuerdo a las fuerzas policiales, era obligatorio que quienes pertenecían al servicio debían llevar el arma incluso cuando estaban fuera de servicio. Desde esa fecha, dejó de ser obligatorio y pasó a ser un derecho y una decisión de cada agente estar armado las 24 horas del día.
De enero a abril de 2017, la PFA y la Policía de la Ciudad mataron a 12 personas, diez de esas víctimas fueron por efectivos de civil. En tanto, de las 21 muertes registradas a manos de la Bonaerense, 17 fueron por efectivos fuera de servicio. Dos de los casos más resonantes de los últimos meses fueron los citados en la nota central del joven de 14 años, Rodrigo Correa, y Cristian “Paragüita” Toledo. Ambos fueron asesinados por efectivos que se encontraban de civil en el momento de matarlos.