Los súper revisan costos y el central se ilusiona con precios menos cambiantes
Precios que se congelan por seis meses, ofertas más agresivas, y una fuerte preocupación por la suba de costos son algunas de las preocupaciones de los supermercados que enfrentan cambios profundos en su negocio y empiezan a hablar de un “cambio de era”.
El contexto de consumo comienza a mostrar signos de recuperación pero en el sector no creen que se llegará a los volúmenes previos de las ventas que hoy se trasladan a mayoristas y kioscos.
“Estamos ante el cambio de un modelo que nació a fines de 2011. L a tasa real negativa hizo que los supermercados no tuvieran costos por el sobrestock, porque con alta inflación se licuaban esas pérdidas”, explicó Jorge Vasconcelos, vicepresidente de Ieral.
Este esquema hizo que los errores comerciales se notaran menos: “las cadenas aumentaron otros costos porque tenían un costo financiero negativo. Y si se acumulaba mercadería de más, se remataba con ofertas de 70% en la segunda unidad o similares”, agregó el economista.
La etapa que comenzó hace seis años también se caracterizó por un congelamiento de tarifas que alentó las compras junto con un fuerte financiamiento de los bancos. “Las empresas en general estaban más preocupadas por obtener el producto que por venderlo porque eso estaba garantizado. A partir de un nuevo escenario de tasa real positiva, se van a necesitar cambios y corregir estos esquemas para poder mantener la rentabilidad”.
La estructura de costos está en la mira de supermercados. Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de Asociación Supermercados Unidos (ASU) dijo a PERFIL que “los costos han aumentado más que las ventas. Los salarios representan hoy el 22% de la facturación mientras que hace 10 años eran apenas el 14%. Además, los sueldos de los empleados de supermercados crecieron por arriba de los de comercio”.
Ante la caída del consumo para los supermercados, l a competencia entre ellos promete ser agresiva sobre un volumen más reducido de ventas, alargando plazos de remarcación y apostando a precios más estables. Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, adjudicó los cambios al proceso de desinflación. “La cadena Carrefour decidió fijar por 6 meses el precio de 1.300 productos propios –muchos de la Canasta Básica Alimentaria–”, dijo en la Asociación Empresaria Argentina (AEA). “Quizás sea el comienzo de un nuevo proceso de estiramiento en los plazos para la modificación de precios, que se dará naturalmente con la baja de la inflación”, agregó.
L a autor idad moneta r ia observa cambios: “Mientras que habría indicios de que durante la primera parte del año pasado un 31% de los precios subían por mes, ya en la segunda parte de 2016 ese porcentaje se redujo a 24% en promedio, y este valor se mantuvo en lo que va de 2017”, detalló Sturzenegger.
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