PRECIOS
parcial en EE.UU. en las recordadas elecciones de Bush (h) vs. Al Gore y en la reciente de Trump vs. Hillary Clinton. En Europa no se utiliza luego de que la Corte Suprema de Alemania lo declarara anticonstitucional y prohibiera su uso en todo el territorio germano, por la posibilidad de ser hackeado y no poder comprobarse el hackeo, y por la posibilidad de que el voto sea visto desde la computadora y deje de ser secreto. En la actualidad, en Alemania se utiliza la boleta única en papel marcando los votos positivos, como ocurre en la provincia de Santa Fe, Argentina. Fernando Miranda Miembro del Consejo de Paz mirandafernando2 @gmail.com El pasado 13 de agosto publicaron un carta de lectores de mi autoría, titulada “Supermercados”, en la cual denunciaba la posible comisión de abusos en perjuicio de aquellos fabricantes que vendiendo sus productos en los supermercados se ven impelidos a envasar también con la marca del supermercado comprador. Días después, uno de los principales supermercados con asiento en el país lanzó una agresiva campaña comercial titulada “Precios Corajudos”, la que persigue mostrar un fuerte compromiso por parte de la cadena en la lucha contra la inflación, obligándose a mantener los precios de los productos de su propia marca sin alteración hasta enero del 2018. Me pregunto si será verdaderamente la cadena de supermercados la que asume los riesgos de mantener los precios de modo inalterable o, por el contrario, son los desprotegidos productores que envasan marcas blancas, quienes de verdad terminan soportando en forma sumisa y silenciosa sus riesgos y costos. José María Astarloa josemariaastarloa @globalsli.com sin líneas de comando. A España, como a Francia, más que a otras naciones europeas, les puede aguardar un futuro sumamente conflictivo a menos que las clases políticas de sus países consigan reducir la brecha, ya muy grande, que separa buena parte de la minoría musulmana, de sus conciudadanos, de otros cultos o de ninguno. Es imposible saber con exactitud qué cantidad de musulmanes residen, por ejemplo, en Francia (una de las naciones más castigadas), porque, a diferencia de lo que sucede en otros países, no hay estadísticas oficiales que tomen en cuenta el origen étnico o los credos de sus habitantes; según diversas fuentes, se cree que entre cinco y ocho millones. En vista de las tensiones que existen, uno supondría que sería del interés de los miembros de dicha comunidad mantener un perfil relativamente bajo hasta nuevo aviso para no brindar a los alarmados por la ferocidad de sus correligionarios en otras latitudes, motivos para querer expulsarlos, como les ha estado ocurriendo a los islamistas más vehementes de origen extranjero. Pero aunque muchos comprenden que les convendría tranquilizar a los nativos, abundan los militantes que están resueltos a hacer valer sus pretensiones. Ahora con la nueva modalidad, alejada de todo plan estratégico, de atropellar con cualquier vehículo la mayor cantidad de gente posible, y llevado a cabo por jóvenes desconcertados y con un impecable lavado de cerebro; asesinos sin conciencia alguna. Más increíble aún es que cuenten con una cantidad, no muy grande por suerte, de simpatizantes no pertenecientes a su religión en el resto del mundo. No olvidemos que en nuestro país, y en ocasión del atentado a las Torres Gemelas, hubo un personaje público, impresentable desde todo punto de vista, que no sólo justificó, sino que se alegró por el hecho. Los organizadores de todas las catástrofes y quienes adiestran las mentes de estos inconscientes, siempre estuvieron más interesados en su propio futuro personal que en el sueño de un planeta islamizado que tanto fascina a sus fanatizados. Carlos Alberto Ferrer carlosferrer4010@hotmail.com