La corrupción K
—No creo que hubiese una matriz de corrupción. No creo en gobiernos corruptos y gobiernos honestos. Hay funcionarios corruptos en un gobierno u otro. Esto vale para el gobierno de Cristina y para este gobierno de Macri. No tengo doble vara. No creo que algunos casos que ya conocemos del gobierno de Macri lo etiqueten como un gobierno corrupto. No creo que haya que hacer de la corrupción una bandera mediática marketinera.
—Usted heredó un área que dependía de Jaime, una de las personas con más acusaciones de corrupción, y al mismo tiempo de De Vido. Más allá de que su tarea no era hacer justicia, lo que encontró ¿no le generó la sospecha de que hubo un porcentaje alto de corrupción?
—No le puedo dar datos sobre eso. Primero, porque mi atención estaba focalizada en resolver un tema muy sensible, que significó la muerte de 52 personas y fue el inicio de la caída de la confianza en el gobierno de Cristina: la tragedia de Once. Pero no es menos cierto que en el auto de procesamiento del juez Gorini, que detuvo a Jaime, e hace mención a información aportada por nosotros. Y también debo decir que jamás encontré un impedimento por parte de Cristina para avanzar en estos cambios. Al contrario. Me decía: “Metele, Flaco”.
—Jaime, Lázaro Báez, López. Hay una suma de hechos de corrupción como para que se preguntara: bueno, si Cristina decía ‘Metele, Flaco”, ¿todo eso venía de Néstor?
—No, no. Jamás me pidieron nada. Al contrario. Ni Néstor, porque yo no fui ministro de él, ni Cristina. Nunca.
—Sería importante que personas que fueron ministros durante mucho tiempo del gobierno anterior tengan una autocrítica un poco más contundente respecto de la corrupción. Porque usted hace autocrítica de muchos temas.
—Sí. Pero yo le cuento lo que yo creo. Además, nadie anda gritando en un gobierno: “¡Soy corrupto!”. Yo estaba focalizado en mi área. En general debe ocurrir lo mismo en el gobierno de Macri. El ministro se dedica a su área y, por un problema de respeto, no opina sobre el área de los demás.
—Pero cuando venían los empresarios a contarle que pagaban coimas…
—Jamás un empresario me vino a contar que pagaba coimas.
—Cuando a partir de 2003 en “Noticias”, y de 2005 en PERFIL, veía notas con todo lo que se sabe hoy, ¿le parecía que eran fantasías de la prensa?
—Bueno, siempre tuve una visión, y sé que no es bueno eso, poco creíble sobre la prensa. Cuando se empieza a generalizar, pareciera que no se sabe qué es cierto y qué no. Nunca vi a Lázaro Báez o Cristóbal López en Casa de Gobierno. No puedo mentir. Jamás vinieron a verme para pedirme tal o cual obra. Ni tuvieron relación conmigo, ni estaban en el transporte. No puedo hablar de lo que no sé. Sería una especulación y a mí me molesta cuando algunos que fueron parte del gobierno hablan de la corrupción queriendo sacar ventaja. A ver, el caso López: a mí me dio mucha bronca porque trabajé 14 horas por día durante ocho años y un tipo como ése nos termina haciendo un daño fenomenal.
—¿Nunca desconfió de alguien como José López?
—No tenía relación con él. Lo único que podía vincularnos con el Area de Infraestructura y Planificación fue el transporte. Pero cuando yo asumo ya habían puesto un secretario de Transporte, Alejandro Ramos, una excelen-
—Más que la visión que uno pueda tener sobre la prensa, la que tiene que actuar es la Justicia. No hay justicia si la Justicia no actúa rápidamente. El Poder Judicial debe actuar de inmediato cuando sospecha de corrupción.
—Usted marca que no hay gobiernos corruptos, sino personas corruptas. Pero un conjunto de personas le da un sesgo, un grado de patología a un gobierno. Los casos aislados no. Ningún gobierno puede estar exento de tener funcionarios corruptos, pero cuando se da no sólo en lo cuantitativo, sino en lo cualitativo, cuando se da en funcionarios tan cercanos como el número dos del Ministerio de Planeamiento, o en el mayor contratista de obra pública de la provincia en la que nació el presidente, genera una sensación de que, más allá de las personas, el sistema permitía ese nivel de corrupción. ¿No hay un punto a partir del cual se puede pensar que ya no se trata de casos aislados sino de una estructura?
—Si uno lo analiza, los casos que aparecen en Argentina están asociados exclusivamente al Ministerio de Infraestructura y Planificación. Donde hay personas detenidas.
—Jaime y José López.
—Los casos de Ricardo Jaime y López, sí. Pero hay que dejar que las instancias judiciales condenen o absuelvan. Que hayan existido denuncias vinculadas a un área no generaliza, ni marca una matriz de corrupción generalizada. Es injusto para los cientos de