Matan a tres jóvenes en una presunta venganza
2010 y experimentó un fuerte salto en 2011. El tejido fue tan fructífero que la banda proyectó la creación de un puerto en Fray Luis Beltrán y la inversión en el Club Rosario Central.
Dentro del armado, en la que se ven comprometidos contadores, escribanos y otros sujetos obligados, se cuenta la compra de jugadores de fútbol al Club Porvenir, a través de la firma Internacional Trade & Comerce SA (ITC) que le dejaría 2.160.000 millones de pesos a la institución deportiva del sur del Conurbano. En ese ámbito, se llevó adelante la organización de un partido, junto a Full Play Internacional Televisión SA, de Hugo y Mariano Jinkis, una maniobra que permitió lavar unos 2 millones de pesos.
Los narcos utilizaron, al mismo tiempo, la estructura financiera de una cooperativa de crédito y vivienda que habría recibido grandes sumas de dinero mediante un contrato de “cesión de cartera de créditos”, que le permitió a la banda bancarizar el dinero negro, a través de empresas pantallas y a título personal. Esta operatoria habría permitido blanquear 14 millones de pesos.
La constitución de una empresa offshore “Connect Plus Panamá” y “La Cosecha”, controlada por la firma uruguaya “Farmfunds Rou”, que habrían sido utilizadas para fugar capitales fuera del país, al igual que un método más “artesanal”: el envío de remesas a “pitufos”, que se encargan de recibir el dinero fraccionado y los envían a distintos destinatarios que los reciben blanqueados.
La adquisición de autos de lujo y la compraventa de lotes en barrios privados habrían sido otra de las maniobras ejecutadas por la estructura de los Triana Peña.
En ese orden, se inscribe el caso de Yuribeth González Novoa, la ex mujer del testaferro del capo narco colombiano Daniel “El Loco” Barrera Barrera, que alquiló una vivienda en Nordelta y, según la documentación hallada en el domicilio de Heisenger, compró lotes en Colony Park. González Novoa negó esa acusación a PERFIL, pero ahora deberá dar explicaciones a la Justicia argentina, a pedido de Torres. Tres jóvenes fueron hallados asesinados a balazos en una casa de Virrey del Pino, uno de ellos de al menos siete disparos, y los investigadores tenían como principal hipótesis un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico, según informaron fuentes policiales.
Las víctimas fueron identificadas como Eduardo Amarilla (25), Lucas Cevallos (21) y Gustavo Díaz (25), quienes fueron ejecutados por la espalda.
El hallazgo de los cuerpos se produjo este viernes, en una casa prefabricada y sin muebles situada en inmediaciones de las calles Góngora y Fidias, en el citado distrito del partido de La Matanza.
Un vecino denunció al 911 varias detonaciones provocadas por armas de fuego, que se escucharon desde el interior de la finca.
Los investigadores de la comisaría de Virrey del Pino y de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza llegaron al lugar y encontraron los cuerpos a metros de la vivienda con varios balazos cada uno.
Según informaron voceros judiciales, los tres jóvenes habrían sido sorprendidos en el lugar para luego ejecutarlos de forma seguida y con la misma impronta, ya que tenían al menos dos disparos en lugares similares, uno en la zona dorsal y otro en la zona alta de la espalda.