Robert Kiyosaki: el autor de ‘padre rico, padre pobre’
Se hizo famoso cuando publicó Padre rico, padre pobre, best seller por el que alguno lo apodó el “gurú de la libertad financiera personal”. Luego vendrían más libros, incluso uno coescrito con Trump. Convertido desde entonces en orador motivacional, Robert Kiyosaki recorre el mundo dando charlas sobre “el uso adecuado del dinero” basado en su filosofía para hacerse rico: era de la información, tener estudios no garantiza ningún futuro; la clave está en el emprendedor que crea trabajos. Kiyosaki no le teme a la polémica que generan algunos de sus conceptos para hacerse millonario. Y antes de su visita a la Argentina para dar un “entrenamiento intensivo” en Expo Emprendedores habló con PERFIL.
—¿Cuántos de los que leyeron sus libros se hicieron ricos?
—No lo sé. Tampoco es algo que siga, no es importante para mí. Sí me concentro, por ejemplo, en la falta de educación financiera en las escuelas, que es el gran problema actual: no preparan a los chicos para el mundo real y ése es mi mensaje.
—¿Qué tiene que hacer una persona para formarse?
— Tener cuidado con quienes son sus maestros.
—En Argentina se abrió un gran debate al respecto...
—Si se dieron cuenta de la necesidad de la educación financiera, ¡Dios los bendiga! Eso es lo que digo en Padre rico... Hay que ser consciente de eso. Por ejemplo, gustan de Obama, un hombre pobre que gobierna para gente pobre: él representa al “padre pobre” que con elevado nivel de estudios entra en la Casa Blanca como pobre y sale millonario.
—¿Qué perfil de gente va a sus conferencias?
—Los que saben que los gobiernos son corruptos y que están hechos de gente como “papá pobre”. Y los que son conscientes de que el sistema escolar no va a enseñar nada.
está casado hace 29 años y su esposa también escribe libros sobre el dinero
—¿Cómo describiría su estilo de vida?
—Hago lo que quiero, no necesito a mi gobierno, viajo por el mundo enseñándole a la gente que quiero.
—¿Cuántas horas trabaja?
—No muchas, tengo miles de empleados y líderes muy inteligentes. De hecho, no tengo un trabajo, ni lo necesito. Tengo millones de dólares que me entran todo el tiempo.